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Diapositivas costumbristas de la Semana Santa en Alba de Tormes (1959)
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HISTORIA

Diapositivas costumbristas de la Semana Santa en Alba de Tormes (1959)

Actualizado 09/04/2017
Manuel Diego

Artículo de Antonio Álamo Salazar, cronista oficial de la villa, en la revista Christus de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Salamanca

Nos parece muy útil e interesante dar a conocer esta visión de la Semana Santa albense que se rehace a la década de los años 50 del pasado siglo XX, cuando ésta ya había sufrido algunos cambios debido a la desaparición de la Ermita de la Cruz (integrada en la huerta de las Madres Carmelitas durante la construcción de la Basílica) y en la que tradicionalmente se guardaban los pasos procesionales, los cuales ahora se trasladaron a la iglesia de San Miguel; la reforma litúrgica de la Semana Santa llevada a cabo por Pio XII (1951-1953) que tocó muy de cerca el tema de los horarios de los Oficios y esto influyó notablemente en la organización de las procesiones, y otras circunstancias.

Las noticias que nos ofrece el poeta Álamo Salazar son preciosas puesto que algunas costumbres hoy ya han desaparecido o se han difuminado (la novena de la Dolorosa que ?a cuanto parece- esta imagen pertenecía a la parroquia de san Miguel; el remate de los pasos; el uso de las carracas y el silencio de campanas de Jueves a Sábado Santo; las estaciones al Monumento; el oficio de tinieblas, la salida de la Soledad sólo efectuada en el Viernes Santo?). Tienen el valor de provenir de aquella persona que lo ha vivido desde niño como ministro del altar (monaguillo) y las cosas todavía están frescas en su memoria. No hemos encontrado una descripción tan completa y detallada como ésta, a la que añadimos por nuestra cuenta 3 poesías suyas dedicadas también a la Semana Santa albense. Este artículo fue publicado en la revista Christus de la Junta de Cofradías de Semana Santa de Salamanca en donde hallamos más colaboraciones suyas (Manuel Diego Sánchez, carmelita).

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Es ALBA DE TORMES buen horno para cocer el pan de la tradición. Con una vida muy vieja y muy honda en su "haber", es lógico, humano y natural que siempre tenga algo que recordar, y a veces no poco que perpetuar y perennizar.

Alba de Tormes ?por imperativo de los tiempos- va buscando las horas nuevas, y su proceso de adaptación a las exigencias actuales es, aunque lento, cierto. Pero tiene el suficiente sabor y el necesario vigor para, a la vez de ir escalando los peldaños del progreso, continuar conservando antañones rebrillos.

En Alba de Tormes hay viejas tradiciones y costumbres a lo largo del año, que tienen el sello de lo ancestral; son algo inherente, algo propio, algo insoslayable, irrenunciable en la propia vida de la villa, y las gentes lo llevan a cabo, ya más que como un rito, como algo simple y abrumadoramente lógico.

De toda la cadena de tradiciones y costumbres, hay tres épocas (aureoladas por matices religiosos) donde la fuerza conmemorativa sube de grado, y el pueblo va rizando la costumbre y la tradición como algo espontáneo y sin complicaciones. Estas tres épocas son: La Navidad, La Semana Santa y la "octava" (el novenario) de Santa Teresa.

Para glosar íntima y cordialmente una de estas épocas, llegamos nuevamente a CHRISTUS, atendiendo, una vez más, su voz e invitación, y surge de nuestra pluma y nuestro corazón el recuerdo de la Semana Santa de antaño, de ahora y de siempre.

Los años han pasado desde nuestros tiempos de adolescentes, y la Liturgia dio nuevos giros externos a las solemnidades de la Semana Mayor. No importa. El sello tradicional albense de estas fechas se ha ido adaptando a través de los años, y la Semana Santa de hoy (como la de mañana) es en el marco popular como una continuación de la de ayer.

La Dolorosa

El "PÓRTICO" de la Semana Santa de Alba de Tormes, es desde hace muchísimos años la novena de la "Dolorosa". Hay en Alba de Tormes una imagen de la "Dolorosa" impresionante y vigorosamente triste; dicen que salió del sueño fecundo de Gregorio Hernández.

En torno a este "paso", la villa viene rizando cada año su solemne novenario. En aquellos tiempos, hace cinco lustros, cuando existía campanario y campanas en la iglesia de San Miguel, subía mi escasa docena de años por los vericuetos historiados de las umbrosas escaleras hasta el campanil de San Miguel, para tocar a la "novena de la Dolorosa".

Las mujeres de la "Beltrana", el "Pozo la Nieve", las "Tenerías", la "Puerta del Río", etc., llegaban envueltas en sus gruesos mantones negros, portando la silla de paja y madera, o plegable, y se acomodaban en la vieja iglesia, mientras los hombres se esperaban a la puerta a dar las últimas "chupadas" al pitillo?

Los nueve días culminaban con la procesión del Viernes de Dolores? Y tras la procesión, el "remate"? Era en esta tarde cuando salían a subasta los "pasos" de la procesión del "Viernes Santo"? Diez fanegas de trigo dan por el "Paso" del Santo Sepulcro? ¡hay quien da más?... ¡a la una?!; diez fanegas?, ¡a las dos?!

Y la voz del mayordomo, animando la puja, subía en la tarde anochecida, por entre las dos acacias del pórtico de San Miguel, donde en otros tiempos se celebraban Concejos abiertos, y donde la villa tenía una apretada página de su historia?

Terminado el Viernes de Dolores quedaba abierta de par en par en Alba de Tormes la puerta de la Semana Mayor?

Los "Ramos". DOMINGO de Ramos?

La gente estrena; lo dice el viejo refrán?, quien no estrena, no tiene ni pies ni manos? Muy pocos son los que en Alba de Tormes desean quedarse cojos o mancos. Este refrán se cumple con puntualidad? Y suenan las campanas de todas las Iglesias.

Los "Padres" hacían su procesión por la Plaza de la Santa; y el Padre Miguel daba fuertes aldabonazos en la puerta de la iglesia de San Juan de la Cruz. Yo era "monaguillo" de las "Madres"; tenía el privilegio de coger laurel, como las monjas y como Manolo [Hojalata]; a los demás se les daba una rama de olivo. La procesión de las monjitas se perdía largo y dentro por el claustro, y se iban debilitando las vocecillas femeninas?

En mis años de "monaguillo" de las "Madres" me gustaba cerrar los ojos cuando cantaban las monjas, y éntrelas voces tenues, me hacía la idea de escuchar la palabra de Madre Teresa de Jesús cantando?

A través de las celosías, miraba el cortejo de monjas, con el velo sobre la cara, entrando en el coro con la procesión en regreso. Mi imaginación infantil tiene la seguridad de haber adivinado a Santa Teresa, con la cara oculta, en en todas y cada una de las monjitas carmelitas?

Las "Isabeles" y las "Benitas" también daban olivo. Solo en San Pedro daban laurel. Allí iba mi padre; allí iban todos los hombres; había que llevar el laurel a las mujeres; un obsequio con halo litúrgico, pero demasiado prosaico?, el laurel se conservaba en los hogares para ir utilizándole en los condimentos culinarios. En las casas de Alba de Tormes no hay plato de judías con chorizo, donde falte una hojita de laurel del Domingo de Ramos.

Por la tarde salía y sigue saliendo la procesión del Ecce-Homo. Un Ecce-Homo escuálido y no muy artístico, pero que comunica devoción; era una procesión larga: salía de las Isabeles, iba a San Juan, desfilaba por toda la "Carrera" y volvía a las Isabeles. Las monjas cantaban "coplillas" fervorosas? Y así se iban metiendo las sombrías cuñas de la noche, para ir aventando al Domingo de Ramos, severo y solemne de Alba de Tormes?

I

TRISTEZA

Semana santa, semana

Que en Alba de Tormes pesa,

Mientras enciende Teresa

Sus cirios cada mañana?

Semana Mayor, lozana

Para la meditación?

De luto está el Torreón,

Y el Tormes sus aguas frena.

¡Qué triste, en Alba, la pena

De la Divina Pasión..!

(marzo-abril 1958)

Las Estaciones

LUNES, MARTES y miércoles Santos pasaban sin pena ni gloria?

Tal vez en la parroquia de San Pedro, quizá en los "Padres"; a lo mejor en San Juan, había cultos penitenciales, de "ejercicios", "Via-crucis", conferencias cuaresmales, etc. Pero nada más. Únicamente para la chiquillería eran tardes grandes las del martes y miércoles?

Era por las "carracas"? Las "tinieblas" nos traían por la calle de la amargura. Yo tenía una estupenda "carraca", pero se la dejaba a mi hermanilla. Yo me metía en un confesionario de las "Madres" y cuando Manolo [Hojalata] apagaba la última vela del altar, comenzaba el estruendo? Mi misión era abrir y cerrar briosamente la puerta del confesionario armando un verdadero alboroto.

Una tarde, metido en un confesionario en espera de que se apagase la postrera vela, se acercó una viejuca, y por poco se confiesa. Tuve que dar un "bufido", y la mujer se asustó?

Otros chavales iban con piedras, y la iglesia era un estremecido terror de ruidos?

Fuera de este retozo infantil, no había nada hasta el Jueves Santo.

La nota típica y característica del Jueves Santo era (y sigue siendo) la estampa de "recorrer las estaciones". Ponían y ponen "monumento" en San Pedro, los "Padres", las "Madres", las "Benitas", las "Isabeles". Nada más. Pero era obligada la entrada en San Miguel, para visitar los "pasos" y rezar un Credo al Santo Sepulcro. La chiquillería, sin embargo, nos dejábamos llevar por los monigotes pintarrajeados de los "judíos". Nos embebíamos contemplando a "Bocarratonera" y "Culocolorado"?

El "recorrer las estaciones" (visitar los Monumentos) en Alba de Tormes, aparte de su enjundiosa tradición religiosa, es una especie de rito social desde hace muchos años. Padres e hijos marchan juntos ese día de iglesia en iglesia?

El broche del Jueves Santo era el sermón de la Pasión. El templo de las "Benitas", blanco como una abadesa cisterciense se poblaba de fieles para escuchar el relato ungido de la tortura de Dios antes de morir?

Lentamente, con apretado paseo por la Plaza Mayor, se iba esfumando la noche del Jueves Santo, mientras el silencio se rompía en la parroquia con los rezos de la Adoración Nocturna.

II

DOLOR

Asoman las "Dolorosas"

Sus lágrimas de cristal.

Es Alba entera un rosal

Para que lloren las rosas?

Por sus calles silenciosas

Se va cuajando el dolor,

Y es la tristeza una flor

Con que Alba a los cielos besa?

¡Cómo le duele a Teresa,

Cuando agoniza su Amor..!

(marzo-abril 1958)

El Descendimiento

LA MAÑANA del Viernes Santo se iniciaba con el traslado de los "pasos" desde San Miguel a San Pedro. Poco después era sacada de clausura la imagen de la "Soledad" de Mena, una maravilla de patetismo plástico, un milagro de serenidad y angustia hecho arte, un derroche de unción maternal surgido del escoplo?

Y la "Soledad" era colocada en el presbiterio desmantelado de las "Madres". La puerta de la iglesia se cerraba y era de ritual abrirla a las tres menos cinco de la tarde. A esa hora irrumpía un tremendo gentío en la iglesia carmelita, y cuando las campanas del "reló" de la Plaza daban las tres de la tarde (la vieja hora de "nona" de la muerte de Cristo), se pedían tres cosas a la Soledad de María?

Era tradición que la Virgen concedía a lo largo del año por lo menos una de las tres peticiones.

Mas la nota vigorosa del Viernes Santo es el sermón del "Descendimiento". Este sermón no se le pierde nadie. La iglesia de San Pedro se poblaba de gentes de Alba y jóvenes de ambos sexos de los pueblos circunvecinos?

El sermón era piadoso, hondo, escalofriante, y el público tomaba posiciones en la iglesia encaramado a altares, verjas, balaustres, etc.

A impulsos de las voces emotivas del predicador, los hermanos iban descendiendo a Cristo, que era colocado en el Sepulcro? Seguía inmediatamente la procesión. En aquellos años era una procesión llena de unción y de silencio; era un trasunto del entierro de Dios?, y Dios iba muerto por entre los muros ducales, y Alba estaba estremecida, rindiendo el homenaje de sus "nazarenos", hombres y mujeres descalzos, con largas cabelleras, túnica y pesada cruz, para cumplir promesas?

Terminaba a buena hora la procesión. Y el "Espolón" se animaba con el paseo de las "mozas". Al anochecer Alba se quedaba en silencio, mientras los jóvenes forasteros iban buscando las sendas de Palomares, Navales, Terradillos, Valdemierque, Garcihernández, La Lurda, Amatos?

III

¡Silencio! Ya se ha callado

La voz de la campana?

Semana Mayor, semana

Que en Alba se ha santiguado,

Mientras Dios crucificado

Bendice el predio ducal?

Es el silencio un fanal

Que se quiebra en oraciones.

¡Silencio! Los corazones

Son campanil pasional.

El Resucitado

El DOMINGO de Resurrección se estrenaba, hace una veintena de años, en la puerta de San Miguel, con el "remate" de los "pasos" de la procesión.

Lo más curioso era la pugna por los pasos infantiles: San Miguel Bocarrana, el Niño de la Bola, el Niño de la Bandera, San Miguel Pinchando al Diablo, etc.

Y la procesión se iniciaba inmediatamente, con una primera etapa hasta la Plaza, para gustar la emotividad del "encuentro" y oír la Misa en San Juan, y un segundo tramo por toda la "carrera". Culminaba en la Plaza, y la Banda Municipal, que dirigía el Señor Isidro "atacaba" los primeros compases de música ligera tras la mudez cuaresmal: un pasodoble? Los "pasos" eran devueltos a San Miguel en medio de una respetuosa y típica danza.

Era en esta mañana de Domingo del "Resucitado" cuando en Alba se comían los "limones", (costumbre que pervive, al igual que las tradiciones religiosas reseñadas), constituyendo la nota jugosa y profana de esta jornada. Y el día transcurría entre el júbilo del sol de abril, resucitando también la propia villa a la esperanza y la felicidad de la primavera recién estrenada.

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