El equipo, coordinado por Antonio Calvo Hernández, profesor del Departamento de Física Aplicada, trabaja en este proyecto para una instalación que generase energía eléctrica a partir de sol y gas
Los sistemas termosolares híbridos son una excelente solución para la generación de energía eléctrica. Combinan el sol con alguna otra fuente de energía, como el gas. Por una parte, reducen el consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, las emisiones contaminantes. Por otra, garantizan un suministro que no se puede garantizar únicamente a través de la energía del sol, no siempre disponible. La Universidad de Salamanca ha estudiado la posible ubicación de una de estas plantas en Castilla y León.
"Hemos desarrollado un modelo termodinámico con pocas variables, para que sea sencillo y nos permita tener una visión clara de la planta", declara Rosa Pilar Merchán Corral, Máster en Física que ha participado en el desarrollo del proyecto. A la hora de situar la planta en Castilla y León, los científicos se fijaron especialmente en tres elementos: la cantidad de radiación solar que recibe un determinado lugar, la existencia de una fuente de agua cercana y la posibilidad de contar con suministro de gas natural. "Con todos estos factores, la localización más idónea que hemos encontrado sería Tordesillas", comenta la investigadora.
A la hora de plantear el proyecto, la referencia ha sido la innovadora instalación Solugas, perteneciente a Abengoa y ubicada en Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Se trata de una espectacular instalación que produce electricidad mediante la combinación de gas y energía solar que se concentra gracias a un sistema de espejos que apuntan a una torre. Los investigadores de la Universidad de Salamanca han utilizado un programa informático para simular su funcionamiento y poder extrapolar los datos a una ubicación distinta, en este caso, Castilla y León.
"El programa nos ayuda a simular las condiciones reales de la planta de Solugas y cuando obtenemos todos los parámetros, los extrapolamos a la localización elegida con sus condiciones reales de temperatura, presión y altitud, entre otras, intentando ver si es viable", explica Alberto Agúndez, ingeniero químico que también ha trabajado en el proyecto. "A partir de ahí obtenemos los datos de potencia y eficiencia y podemos analizar si la planta sería rentable desde el punto de vista económico", agrega.
Esta iniciativa, liderada por Antonio Calvo Hernández, profesor del Departamento de Física Aplicada, se ha desarrollado gracias a una convocatoria de la Fundación General de la Universidad de Salamanca para la realización de pruebas de concepto y protección de resultados. Los científicos valoran especialmente la oportunidad de pasar de la investigación básica a una iniciativa aplicada que puede tener una importante repercusión para la sociedad.
Sinergias entre científicos
José Miguel Mateos Roco, decano de la Facultad de Ciencias, que también es físico, considera que haber establecido sinergias entre diferentes ramas de la investigación es uno de los aspectos que hace especialmente interesante esta propuesta. "Van a ser la base de futuros proyectos con compañías del sector energético a nivel nacional", destaca.
En su opinión, un aspecto importante de este trabajo es que es escalable, es decir, se podría implementar como un proyecto de pequeñas dimensiones, para una industria o una pequeña localidad, y también a gran escala, para suministrar energía a la red eléctrica.