El sindicato ANPE exige respeto a la labor docente y a la libertad de cátedra y reclama más colaboración entre los padres y la escuela
Una vez más, en el inicio de curso se reproduce el debate sobre los deberes escolares alimentado por una campaña de una confederación de padres que pide el boicot e insumisión a las tareas escolares durante el mes de noviembre, suscitando una gran controversia en el seno de la comunidad educativa, que se ha hecho extensible a la sociedad y que coincide, además, con otras campañas publicitarias que de algún modo cuestionan la labor del profesorado y atentan contra la libertad de cátedra y el principio de autonomía pedagógica y organizativa de los centros educativos.
ANPE manifiesta su rechazo ante estas propuestas que incitan a la insumisión y al boicot atentando contra la actividad del profesorado y su autoridad profesional y académica. La comunicación en el centro educativo entre el profesorado y las familias resulta fundamental para resolver estas controversias desde el diálogo con el tutor o con el equipo directivo o desde los órganos de participación educativa como es el Consejo Escolar. Las propuestas de boicot e insumisión no encajan en una buena dinámica educativa lanzando un mensaje demoledor sobre la relación profesor-alumno que socava la autoridad del docente, atenta contra la buena convivencia escolar y en última instancia contra el rendimiento académico del alumno.
Desde ANPE "estamos dispuesto a participar en el debate sobre la necesidad de introducir racionalidad en los deberes escolares reconociendo los beneficios que tienen dichas tareas como afianzar lo aprendido en el aula, inculcar hábito de estudio, fomentar el esfuerzo personal e incluso la organización y planificación del trabajo del alumno siempre que se respete la adecuación, la moderación y la proporcionalidad de dichos deberes a la edad y al nivel educativo y, a su vez, tienen que respetar los diferentes tiempos del estudiante para jugar, descansar y relacionarse con los demás. El objetivo de los deberes es mejorar el rendimiento de cada alumno respondiendo a sus necesidades educativas".
"Tal vez en estos debates lo que se reclama es una verdadera política de conciliación de la vida familiar y laboral cuya problemática es ajena a la escuela. Hoy en día vivimos tiempos difíciles para dicha conciliación debido a la jornada laboral de los padres que conlleva, en muchos casos, situaciones que obligan a los alumnos a pasar largas horas en el centro educativo después de la jornada lectiva o a la realización de actividades extraescolares que pueden recargar la jornada del alumno y afectar a la convivencia familiar", comentan.
ANPE pide respeto y confianza en la labor del profesorado y que no se cuestione continuamente su profesionalidad. Según el sindicato este tipo de campañas distorsionan el problema y lo alejan del ámbito propio donde debe resolverse: el centro educativo. Desde ANPE "apelamos al sentido común y al diálogo familia-escuela. La relación indisociable en la función educativa de la familia y la escuela hace que sea necesaria la implicación y cooperación de ambas para la mejora de la educación de nuestros alumnos y para su rendimiento escolar".
Foto: elespanol.com