Un informe de la OCDE muestra que el 40% de los alumnos españoles de familias más desfavorecidas tiene un rendimiento bajo en matemáticas, frente al 8% entre los que vienen de familias con recursos
Los estudiantes españoles de las clases más desfavorecidas tienen un riesgo tres veces más alto de mostrar un bajo rendimiento académico, según un informe de la OCDE. Este se define por la incapacidad de resolver problemas que exijan razonamientos complejos e incorporar varias fuentes de información. En el caso concreto de las matemáticas, la brecha es aún mayor. Un 40% de los alumnos de orígenes humildes tuvo un rendimiento escolar pobre en esta materia, frente al 8% de los que provienen de familias con más recursos.
"El bajo rendimiento en las escuelas puede tener consecuencias severas para los estudiantes y para la sociedad en su conjunto", afirman desde la OCDE. "Los estudiantes que tienen un bajo rendimiento a los 15 años tienen una mayor probabilidad de abandonar la escuela y además mayores dificultades para conseguir trabajos bien remunerados". En España, según los últimos datos presentados los problemas son múltiples. Aun así, estos se basan todavía en el informe PISA -que evalúa competencias en matemáticas, lectoescritura y ciencias- de 2012.
Según los últimos datos, en España hay unos 95.000 estudiantes de 15 años con bajo rendimiento en matemáticas (un 24% del total, por encima de la media de la OCDE), y 42.000 que tampoco superaron el umbral mínimo ni en lectoescritura ni en ciencias. En porcentajes, esto supone que uno de cada diez estudiantes de la enseñanza obligatoria no sabe resolver problemas complejos, ni comprender instrucciones con un cierto grado de sofisticación. No llegan, según los baremos de PISA, al nivel 2. "El nivel 2 es considerado como el nivel básico de conocimiento que se requiere para participar plenamente en una sociedad moderna", aclara el informe.
Aun así, aclara el informe, el origen socioeconómico no es el único factor que interviene. "El bajo rendimiento no es el resultado de un único factor de riesgo, sino más bien de la combinación y acumulación de varias barreras y desventajas que afectan a los estudiantes a lo largo de su vida", indican desde la OCDE. "En España, la probabilidad de tener bajo rendimiento en matemáticas es mayor para las chicas, los estudiantes defavorecidos económicamente, los de origen emigrante, para los que no han recibido educación preescolar o han repetido curso".
En el caso de la repetición de curso, las probabilidades del bajo rendimiento escolar se disparan. De los que han cursado dos veces un mismo curso, más de la mitad no llegan al nivel 2 en ninguna de las tres áreas, frente al 9% de los que nunca han repetido curso.
Para hacer frente a este problema, desde la OCDE proponen varias medidas, entre las que se incluyen ofrecer refuerzo escolar tan pronto como sea posible, involucrar a las familias en la vida escolar, implantar programas de refuerzo para estudiantes de origen inmigrante o que hablen lenguas minoritarias, atacar los estereotipos de género, ofrecer refuerzos adicionales a familias y colegios desfavorecidos, integrar a alumnos de distintos orígenes socioeconómicos en las mismas aulas o minimizar la separación de alumnos por su nivel académico. "Si todos los estudiantes españoles de 15 años alcanzasen por lo menos el nivel básico de rendimiento en PISA, el PIB de España en 2095 podría ser un 15% más elevado", recalcan desde la OCDE.