El equipo acoge a chavales con diferentes discapacidades, lo que genera un grupo humano, también extendido a los padres, donde no sólo se juega sino que se convive y disfruta del deporte en valores
Puede escribirse perfectamente aquello de que el CD Doñinos es más que un Club. Cuando un equipo acoge a chavales con diferentes discapacidades, especialmente motóricas, cuando sus entrenadores y compañeros integran a otros niños que quieren practicar el fútbol y son rechazados o desplazados, o simplemente ignorados, por esos otros equipos 'competitivos', estamos hablando de una verdadera escuela de valores en el deporte.
En el CD Doñinos se enseña a jugar y a respetar, a niños y a padres. Este club intenta espantar a esos padres histéricos porque sus hijos juegan poco, a los que insultan a los árbitos y a los propios jugadores. El Doñinos, sin duda, es más que un Club. Reproducimos el testimonio de Olga Serrano, una madre con un niño con discapacidad motórica, agradecida por la labor de los coordinadores del equipo Doñinos Benjamín, un grupo deportivo integrador, valiente, hasta divertido, donde las personas valen más que los goles.
DOÑINOS BENJAMÍN UNA LECCIÓN DE SUPERACIÓN
Cada día vemos en prensa, noticias del fútbol base, artículos de felicitación, de reconocimiento, clasificaciones, pichichis y demás. Mi enhorabuena a todos los implicados.
Sin embargo, mi pregunta es: ´¿competitividad o educación para la vida?
Hay un equipo de benjamines que el año pasado quedó tercero y subió a segunda división; a día de hoy, van los últimos en la clasificación y reciben un mal resultado detrás de otro; pero eso no les amedrenta, al contrario.
Cuando veo a los pequeños benjamines del Club Deportivo Doñinos, su espíritu, su ilusión; cuando veo a sus entrenadores: Mikel y Jose Ángel, seguir luchando y motivando, no puedo sino decir: ¡GRACIAS!.
No es fácil; es más, diría que es muy difícil, seguir trabajando con ilusión, conseguir que estos pequeños, a los que los resultados machacan sábado a sábado, continúen saliendo al terreno de juego con ganas, con ilusión, a dar lo poco o mucho que saben dar. No es fácil; es más, es muy difícil, en edades como las suyas y en un deporte como éste, que los niños aprendan a dejar a un lado los goles y la clasificación, a prescindir de los resultados y a respetarse unos a otros como iguales; en definitiva, a ser equipo. No es fácil, es más, diría que es muy difícil, ser capaz de trasmitir a estos pequeños que hay que seguir luchando, que no hay que rendirse ante la adversidad, que la ilusión es la ilusión y eso es lo que cuenta
No es labor fácil, insisto; como tampoco lo es que unos niños de entre 7 y 9 años nos den lecciones a todos de cómo enfrentar la vida ante la adversidad.
Estos pequeños nos enseñan cada sábado a luchar contra las dificultades, a no tirar la toalla, a seguir peleando por lo que queremos con ilusión y esperanza; en definitiva, a comprender que lo importante no es el objetivo sino el camino y la forma de enfrentarlo.
En estos días pensaba en la lección que nos dan. ¿Cuántos adultos somos capaces de asumir una derrota tras otra sin perder la energía, la ilusión, el entusiasmo y la confianza en nosotros mismos?.
Hay un trabajo extraordinario y semi-anónimo detrás de todo esto.
Como profesional de la enseñanza, admiro esta labor, este saber impregnar a estos pequeños de un espíritu de superación y un ansia de lucha más allá de los resultados y de la consecución de objetivos. Mikel y Jose Angel, esto es educación con mayúsculas. Porque, en realidad, ¿cuál es el objetivo?.
Pequeños, no ganaréis pero enseñáis; entrenadores, no brillaréis pero enseñáis; club, no destacaréis, porque hoy en día sólo se valoran los resultados, pero enseñáis. En nosotros ahora está el saber aprender.
De todos es sabido que lo importante es silencioso, que lo válido está casi siempre en la sombra, que lo que deslumbra no es siempre lo mejor.
Gracias por enseñarnos y por enseñar a nuestros pequeños a asumir con elegancia y energía los malos resultados; gracias por enseñarnos que lo que realmente importa es lo que no se ve; gracias por enseñarnos que lo importante es la actitud en el camino y no la meta.
Pequeños benjamines del Club Deportivo Doñinos, mi enhorabuena; impecables entrenadores-educadores de Benjamines Doñinos, mi enhorabuena por enseñar a nuestros hijos a ser luchadores y no resultadistas. Club Deportivo Doñinos, gracias por mantener este espíritu educativo y fomentarlo.
AUPA DOÑINOS BENJAMIN!
Olga Serrano