La tasa de riesgo de pobreza, aunque en un 27,2%, 3,2 puntos menos que la media nacional, ha crecido un 6,8% en cinco años
Salarios, pensiones, ingresos... Un factor indiscutible que habla de la calidad de vida de una población son sus posibilidades económicas y su relación con el entorno en este sentido. La Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada por El Norte de Castilla, incluye información sobre la renta, el nivel y composición de la pobreza y la exclusión social en España; lo que permite, además, la realización de comparaciones con otros países de la Unión Europea.
El nuevo trabajo del INE evidencia los efectos de la crisis en todas las comunidades sin excepción, aunque con diferentes brechas sociales. La tasa de riesgo de pobreza, en una serie que recorre los peores años de la crisis, desde 2008 hasta 2013, último año de encuesta y estudio de renta ?aunque acaba de hacerse público?, sitúa a Castilla y León en un 27,2%, 3,2 puntos menos que la media nacional, que está en el 30,4%. No obstante, registra un importante incremento del 6,8% en ese lustro. El aumento global de España es, además, mayor, del 9,1%. El empeoramiento del conjunto nacional es, por lo tanto, mucho más radical. El punto de partida, en 2009, era de apenas de una distancia del 1% entre la comunidad autónoma y el resto del país, de manera que en Castilla y León se ha producido una mayor contención del deterioro social.
Castilla y León se sitúa en la novena mejor posición y tiene once comunidades por debajo, con peores porcentajes de riesgo de pobreza. Las distancias entre autonomías son considerables. Las peores situadas son Extremadura (46,7%), Ceuta (44,7%), Castilla-La Mancha (43,4%), Andalucía (43,3%), Región de Murcia (39,4%), Canarias (38,8%), Melilla (36,9%) y la Comunidad Valenciana (35,9%).
En cuanto a las posibles diferencias en función del sexo, el análisis del INE es nacional, no por autonomías, y destaca que, entre 2009 y 2013,la tasa de riesgo de pobreza fue ligeramente superior en las mujeres ?entre dos y tres puntos más hasta alcanzar el 22,3% o el 26,8%? hasta el año 2012 y, al siguiente ejercicio, prácticamente se igualan con un 30,4%, en las mujeres y un 30,5%, en los hombres. El análisis en función de la edad, permite detectar que los mayores problemas de exclusión social en las encuestas de 2013 y 2012 corresponden al grupo de edad de 16 a 24 años, con el 39,2% en el primero y de 37,8% el año anterior. Le sigue el grupo de edad de menores de 16 años que viven en hogares cuya renta disponible equivalente está por debajo del umbral de riesgo de pobreza, con unos valores de 37,7% y de 34,4% respectivamente en cada citado año.
Un adulto solo con hijos dependientes es el perfil más habitual de hogar con problemas en todo el tiempo analizado: 47,6% (2013), 43,6% (2012), 47,0% (2011), 51,5% (2010) y 46,0% (2009).
Respecto al nivel de educación, como cabe esperar, a mayor preparación, menores problemas. Así, a medida que se eleva el nivel de formación, disminuye la exclusión social. De esta forma, se pasa del 37,9%, al 26,9% y al 13,3% en cada grupo de formación. En cuanto al origen de estas personas. El riesgo de vivir en la pobreza es especialmente alto en extranjeros que no son de la UE, del 65,9%; seguidos de los europeos, del 42,2%, en menor medida, y por la nacionalidad española el 25,9%.
En cuanto a las zonas urbanas y rurales, según los resultados de la encuesta, en las áreas densamente pobladas se alcanza un valor del 25,2%; en las semiurbanas, el nivel intermedio es del 30,8% y en las áreas poco pobladas, rurales, alcanza el 39,9%.