, 23 de junio de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Sobre el ajo
X

Sobre el ajo

Actualizado 09/05/2014
Daniel García

El ajo es de esos alimentos que periódicamente se ponen de moda y de los que con frecuencia aparecen nuevos estudios que demuestran científicamente lo conocido por la sabiduría popular o sacan a la luz alguna otra propiedad. Y no es para menos. El ajo es uno de los alimentos (y no son muchos) en los que la fama está bien merecida.

La historia de las propiedades medicinales del ajo arranca desde los comienzos de su cultivo en la cuenca mediterránea hace más de 3000 años. Egipcios, griegos, romanos, las grandes culturas antiguas lo cultivaban y los escritos de los autores clásicos sobre los beneficios de su consumo han llegado a nuestros días. En los tratados hipocráticos, la prescripción de ajo es bastante común en las enfermedades respiratorias. Se usaba, por ejemplo, cocido con orégano en vino dulce y vinagre para obtener un brebaje que se daba a beber caliente a los afectados de "erisipela en el pulmón". También Hipócrates recomendaba masticar "ajos crudos, cuantos más mejor", para tratar una angina. Dioscórides dice que "comido, crudo, asado y cocido, clarifica la voz y calma la tos antigua". Durante la Edad Media la reputación del ajo siguió siendo extraordinaria, sobre todo entre las clases populares. Se estimaba como un remedio contra las epidemias ("pestes") por sus virtudes desinfectantes. También se apreciaban sus propiedades antiparasitarias, sus efectos positivos en las afecciones respiratorias, y revulsivos sobre la piel.

El uso del ajo no decayó en los siglos modernos, como se comprueba en Alonso de Herrera (autor español de finales del s. XV y principios del s.XVI conocido por su tratado sobre la agricultura de la época) que enumera una larga lista de indicaciones. Destaca su eficacia contra los venenos y mordeduras de todo tipo y sus propiedades diuréticas, colagogas, analgésicas, favorecedoras de la menstruación, antitusígenas y sus efectos positivos "contra la pestilencia".

Pero en la actualidad, aún conocidas sus cualidades, su papel se ha limitado más al condimento que a protagonista de los platos. Sin embargo, las cifras de producción de ajo en el mundo están aumentando en los últimos años significativamente parece ser que a raíz de la nueva oleada de divulgación de sus excelentes virtudes para la salud. Algunas de las propiedades que se han atribuido al ajo a lo largo de la historia han sido confirmadas por recientes estudios de investigación. Las singulares virtudes medicinales del ajo radican en su peculiar composición. Toda la planta, pero especialmente el bulbo, contiene vitaminas A, C, B1, B2 y niacina además de aliína y alinasa. La aliína es inodora, pero por la acción de la alinasa (una enzima) que se libera y actúa cuando el ajo es machacado, se convierte en aliícina y en disulfuro de alilo, que son los principios activos más importantes y que le dan su característico olor. Transportados por la sangre, actúan sobre todo en los órganos y tejidos a través de los cuales se eliminan: aparato respiratorio, riñón y piel.

Las principales acciones del ajo comprobadas en diversos estudios son muchísimas, de las que citaré sólo las más representativas: antiséptica (se ha comprobado acción antibiótica, conveniente en infecciones urinarias y bronquiales), hipotensora, antiagregante, disminuye el colesterol LDL (posiblemente porque dificulta su absorción intestinal), hipoglucemiante, tonificante? la lista es larga.

Así que, en el caso del ajo, muchas creencias sobre sus propiedades pero, por una vez, la ciencia las respalda. Salud y ajos.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...