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Un alumno de la UPSA gana una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga
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RAKESH B. NARWANI CURSA EL MÁSTER DE GUIÓN

Un alumno de la UPSA gana una Biznaga de Plata en el Festival de Málaga

Actualizado 14/04/2014
Laura Manso

Recibió el premio del público por el cortometraje Clóset

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Rakesh B Narwani es el guionista y director del cortometraje "Clóset", que ganó la Biznaga de Plata Premio del Público en la Sección Oficial del Festival de Cine de Málaga. Todo un éxito para el realizador que actualmente estudioa el Máster de Guión en la Universidad Pontificia de Salamanca.

Clóset es una poesía visual protagonizada por Pepe Viyuela y Elena Rodríguezque cuenta la historia de Julia, una mujer desahuciada que se cuela en la casa de un librero solitario y triste llamado Andrés. Sin que él se entere, y sin decir una sola palabra hará su vida más cálida y agradable.

Rodado en cuatro días y con un equipo de cuarenta personas, Clóset entró en laSección Oficial del 17 Festival de Málaga. El guion nació de una noticia en el periódico: en Japón una mujer se había colado durante un año en la casa de un hombre sin que este se diera cuenta.

Este cuento grabado en Málaga presenta solo un plano que identifique la ciudad, por lo se ve reforzado como una historia universal. La distribuidora malagueña Jóvenes Creadores llevará el cortometraje a cien festivales nacionales y cien internacionales. SALAMANCArtv AL DÍA ha entrevistado a Rakesh B. Narwani, director, guionista y productor del cortometraje.

El Festival de Cine de Málaga ha cumplido su 17ª edición. ¿Cómo es el ambiente del cine entre los profesionales malagueños?

En Málaga percibo ahora y desde hace muchos años que hay muchísimas ganas de hacer cine. Hay varios grupos de gente que han empezado a colaborar juntos haciendo cortos. Es común en Málaga que en verano estén planteados diez o doce rodajes en los que puedes colaborar. Hay en resumen, una actitud muy "ilusionante" por hacer cortometrajes, y poco a poco se van viendo destellos de cine. Por ejemplo, Rafatal llevó a cabo "Los minutos del silencio". También en esta edición del Festival, Enrique García otro realizador procedente del mundo del corto ha presentado su primer largometraje "321 días en Michigan" en el que cuenta con un equipo cien por cien malagueño.

La Biznaga de Plata de Clóset ha sido otorgada por el público. ¿Cómo os sentisteis?

Fue muy especial cuando recibimos la Biznaga porque no dejamos de ser un grupo que hacemos cortos de toda la vida en Málaga. Sí, es verdad que este es mi primer corto como realizador y guionista pero siempre he estado ayudando en lo que podía. Fue especial, porque vivimos el cine desde el punto de vista de hacer millones de cortos. Nosotros decidimos estrenar en el Festival porque Sección Oficial no es algo que consiga todo el mundo, es decir, en 17 años del Festival nada más cuatro realizadores malagueños han conseguido llegar a Sección Oficial y nosotros somos uno de esos cuatro. Claro, entonces al ser el primer corto pensamos que estrenándolo allí tendría toda la difusión que luego ha tenido. El premio del público fue muy especial porque de entrada lo teníamos descartado dado que Rafatal, es una persona que atrae a mucho público en Málaga. A parte, tenía un corto con Estrella Morente y Terele Pávez sobre los niños robados. En el estreno llevó a 1000 personas, a la Térmica. Nosotros estábamos allí y pensamos que iba a ser imposible competir, pero al final resultó que a la gente le gustó nuestro corto.

¿Cuál es el mayor apoyo en un entorno económicamente tan hostil para hacer cine?

Básicamente es cine hecho a base de favores. Nosotros nunca hemos tenido ningún tipo de ayuda institucional, toda la ayuda ha sido por parte de la gente que ha querido apoyar el proyecto. El mayor apoyo para mí en Clóset han sido los dos productores que entraron desde el principio: Montse Ogalla y Sinuhé Muñoz. Entre los tres pusimos el dinero para las cosas básicas. Después empezamos a hablar con los departamentos de fotografía, arte o vestuario acerca de las necesidades que teníamos. Gran parte de la gente entró en gran medida por el guion, porque les gustó. Después, una segunda fase fue cuando ya entraron a formar parte del equipo Pepe Viyuela y Elena González. Fue ahí cuando parte del equipo que no sabía si podía o no ya se decidió. El máximo apoyo es el del equipo humano, que te dice: vamos a hacerlo y sacarlo para adelante. Todos los momentos de crisis y de conflictos en equipo se diluyen mejor. Tuvimos un equipo de arte muy completo de cinco personas dirigido por Paula Villegas y Germán Puente. Hicieron un gran trabajo porque la casa estaba vacía, era muy importante que estuviera bien vestida y que diera la impresión de que allí vivía un artista, un escritor solitario de unos cincuenta años y lo consiguieron.

El guión nace de una noticia ocurrida en Japón. Desde que llega a tus manos hasta que se convierte en Clóset, ¿cómo se nutre la profundidad de la historia?

En mi caso, la noticia no la vi yo, la vio mi compañera de piso por aquel entonces que era Carmen Acosta y que en Clóset se encarga del vestuario. La noticia nada más decía que una mujer que vivía en la calle se había colado durante un año en la casa de un hombre, a partir de ahí, lo que nos movió fue la curiosidad. Y dijimos: "aquí hay algo". Fue sobre todo por la curiosidad: ¿qué pasó durante ese año?, ¿cómo fue la interrelación de esas personas?, ¿cómo vivió esta mujer allí?

La noticia lo que te da es curiosidad y te pones a desarrollar. También me nutrí en blogs viendo cómo había interactuado la gente al leer la noticia y las preguntas o explicaciones que cada uno se planteaba.

El silencio es uno de los asuntos más llamativos de la historia, los personajes no cruzan palabras entre sí. Sin embargo se va tejiendo algo entre ellos dos. ¿Cómo es posible sin palabras?

El silencio es un protagonista más junto a la banda sonora de Ignacio Moniche, Luz Prado y Pablo Contreras. Claro, son dos personajes que no interactúan entre ellos, no hablan. Ella está oculta y él no debe enterarse de que está allí. Por eso los silencios son tan importantes. También el personaje de Andrés, que interpreta Pepe Viyuela, acaba de sufrir una ruptura con su pareja y vive en un ambiente solitario. Entonces ese silencio era muy importante para mostrar la atmósfera en la que vivía. No queríamos tampoco ser melodramáticos con la música pero hay momentos muy significativos en silencio. Se trata de un silencio dramático que sigue narrando y haciendo que avance la historia.

La protagonista, interpretada por Elena González, es una mujer desahuciada. ¿Por qué decides que esto sea así?

Previamente a la realización del corto trabajé en un documental sobre personas sin hogar y con trastornos psicológicos para la Junta de Andalucía. Fuimos una por una a todas las personas que viven en la calle en Málaga. Contamos hasta doscientas personas. Al ver todo esto, vi que este número se había incrementado a raíz de los desahucios y de toda la situación de crisis. Toda esa gente también alimenta el corto. Aunque es una poesía visual que habla sobre un tipo de enamoramiento invisible también incluye algo de causa social. Es Málaga, es mi ciudad y viven 200 personas en la calle y cada uno tiene su pequeño drama que yo no sé exactamente cuál es pero quería puntualizar uno concreto que es el del personaje que hace Elena González.

¿Entonces Clóset adquiere un compromiso social?

Antes del cortometraje, creamos el documental 15M: Málaga despierta. Hemos hecho un trabajo de análisis durante dos años de cómo ha funcionado el movimiento en Málaga. Además tuvimos la suerte de contar con José Luis Sampedro como hilo conductor de todo el documental. Tanta fue la suerte que tuvimos que su mujer, la viuda ahora, vino a Málaga cuando fue la presentación porque le gustó mucho el proyecto. Ahí hay un compromiso social grande en el que periodistas, comunicadores audiovisuales nos unimos para contar lo que estaba sucediendo en la calle, que no era lo mismo que contaban los medios. Hablamos de desahucios, del Centro de Internamiento de Extranjeros de Málaga, hablamos de un grupo de jóvenes que no están de acuerdo con lo que se les ha planteado a ellos para su futuro y quisimos darle voz a todo eso. Lo más destacable fue grabar el proceso de cierre del CIE de Málaga. Es decir, que todo este caldo de cultivo de injusticias sociales y de gente protestando se ha transformado luego en un cortometraje de ficción que no tiene directamente el formato pero sí una pequeña semilla de protesta. Una protesta por la gente que vive en la calle por la crisis y que merece cobertura.

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