La crisis social, el desencanto ciudadano y el derecho democrático a la protesta
Vivimos tiempos muy oscuros, la crisis económica norteamericana trasladada a España en 2008 se ha convertido por inacción de nuestros políticos y por aplicación de políticas neoliberales en una seria amenaza para nuestro futuro y el de las generaciones más jóvenes.
Al incremento del paro, consecuencia de la brusca contracción del consumo, la paralización de los créditos y el desplome de las cajas de ahorro, se ha unido una política económica impulsada desde Europa y aplicada a rajatabla por nuestro Gobierno.
Dicha política económica de tinte neoliberal se basa en la reducción del déficit del Estado, familias y empresas a través de una brutal deflacción interna con reducciones salariales, incremento de los impuestos directos e indirectos o recortes de derechos laborales adquiridos.
El resultado ha sido la precarización del empleo, el aumento de trabajos temporales con sueldos-basura, la amenaza al sistema de pensiones mediante el incremento del número Esas políticas animadas por el Fondo Monetario Internacional están generando angustia y miedo a la mayoría de los españoles que dependemos de un trabajo para vivir.
Al mismo tiempo, se están cerrando las puertas del mundo del trabajo para los jóvenes con una de las tasas de paro más elevadas de la Unión Europea y lo que es más importante engendrando desánimo y desilusión ante su futuro.
En realidad esas políticas tecnocráticas solo pretenden acabar con los fundamentos mismos del estado de bienestar europeo retrotrayéndenos al siglo XIX, véase la progresiva privatización de la sanidad pública o el abandono de la educación e investigación públicas mientras nuestros gobernantes prestan ingentes cantidades a las entidades financieras en apuros.
Por eso los ciudadanos tenemos legítimo derecho a denunciar esas políticas y a los gobernantes que las defienden por todos los medios democráticos a nuestro alcance. Si unos gobernantes no atienden las protestas de sus ciudadanos, mienten sistemáticamente e intentan limitar la protesta con leyes autoritarias están socavando el sistema democrático.
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