Mi cuerpo, mis derechos

"Tengo derecho a tomar decisiones sobre mi salud, mi cuerpo, mi sexualidad. Tengo derecho a decidir si quiero tener hijos o no, a elegir a mi pareja libremente, a la familia que quiero formar. Tengo derecho a acceder a anticonceptivos, a no sufrir violencia sexual, ni un embarazo o un aborto no deseado. Yo tengo derecho a todo esto. Tú también, porque los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos universales". Así reza la entradilla del artículo que en páginas interiores desarrolla la revista nº 122 correspondiente a Abril ? Junio de 2014 de Amnistía Internacional.

Soy socio de Amnistía Internacional hace tiempo, las razones son varias pero, fundamentalmente, porque creo que la defensa de los Derechos Humanos es, o al menos debiera ser, principio ético y moral de nuestro actuar tanto individual como colectivo.

El caso es que en esta última revista se incluye un artículo sobre un tema de gran actualidad y, estando de acuerdo prácticamente en todo su contenido, creo que cuando se hace mención expresa al derecho a tener o no tener hijos, un importante protagonista es sistemáticamente ignorado en todo este debate. El potencial padre. Y digo potencial padre, porque si se plantea la posibilidad de un aborto, es porque hay un embarazo, y siendo esto sólo posible por la interacción con un varón ? la sabia naturaleza ¿o no? obliga a la participación de dos seres humanos en la creación de vida - no se puede negar la existencia de un potencia padre.

El derecho a tener o no tener hijos no lo cuestiono siempre que sea antes del embarazo y de común acuerdo, tampoco cuestiono que sea decisión únicamente de la mujer en los casos de violación, riesgo para la salud física de la madre, y desde luego en los casos en que el varón ? potencial padre ? esté de acuerdo o se desentienda del asunto, pero ¿y si el padre no está de acuerdo y si él desea que ese bebé nazca y la madre no? ¿Esta importante decisión debe quedar exclusivamente en poder de la madre siendo fruto de ambos?

Mi cuerpo Mis derechos, podemos leer en la porta de la revista (¿sería lo mismo si apareciera un hombre?), pero cuando una mujer está embarazada no es sólo su cuerpo lo que debe tener presente al tomar decisiones, por tanto no son sólo sus derechos sino principalmente sus razones las que pueden legitimas su decisión, ya que tiene considerar los derechos de posibles terceros implicados. Y es que los derechos tienen la mala costumbre de ir acompañados de obligaciones, ambos son las dos caras de una misma moneda. Reclamar derechos y no asumir como obligación respetar los derechos de los demás no es justo.

He escuchado en muchas ocasiones, a hombres y a mujeres, que un aborto siempre es un fracaso social, y si esto es así ¿es justo dejar que la decisión sobre un fracaso de la sociedad recaiga exclusivamente en manos de las mujeres o es que se trata de una frase que queda bien ya que contribuye a socializar dicho fracaso de la misma forma que se hace con las deudas de los Estados?

A las mujeres debemos facilitarles el ejercicio de todos sus derechos, como a cualquier otro ciudadano, y no sólo sobre su cuerpo sino en otros muchos aspectos básico de la vida, pero a la hora de decidir sobre tener o no un bebé estando en gestación puede haber una conflicto de intereses que debe ser tenido en cuenta a la hora de legislar justamente, porque ese es el fin de las leyes y yo este asunto de los derechos del potencial padre no los encuentro por ningún lado, claro que no soy jurista y tal vez alguno de ustedes podría iluminarme es estas dudas.

Aquellos que un día heredaran lo que estamos construyendo tiene derecho a leyes justas que permitan ejercicio de estos a todos y cada uno, sino haremos buena la sentencia de Oscar Wilde: Los hijos empiezan por amar a sus padres. Cuando crecen, los juzgan; pero rara vez los perdonan.