Crecen los refugiados venezolanos en España: ¿puede ayudar el blockchain?
Un estudio reciente demuestra que tecnologías de última generación como el blockchain podrían hacerlo todo mucho más fácil tanto para los países de acogida como para los refugiados
En los últimos años, hemos sido testigos de nuevas oleadas de refugiados protagonizadas por personas de nacionalidades distintas que huyen de su país a otro en busca de un lugar donde sentirse protegidos. Eso es lo que está ocurriendo actualmente, por ejemplo, en varios puntos de Oriente Medio. Conflictos armados como la guerra entre Palestina e Israel o la guerra civil en Siria provocan que cientos de miles de ciudadanos se vean obligados a pedir asilo.
Es también el caso de aquellos que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos con la esperanza de que el gobierno estadounidense les ayude, y también de muchos venezolanos que viajan hasta España huyendo de la durísima crisis política y económica que sufre actualmente el país. Tan solo en el primer trimestre de 2019, un total de 12.137 venezolanos han pedido asilo en España, una cifra que triplica la que fue registrada el año pasado durante estos mismos meses.
Decidirse a hacer el paso de dejar tu casa y todo lo que conoces para empezar de nuevo en otro lugar ya es suficientemente difícil -y a menudo peligroso- como para que el idioma y la cultura del país de acogida sea un impedimento más. Es lógico, pues, que los venezolanos escojan estados vecinos o incluso España si se lo pueden permitir.
Un estudio reciente demuestra que tecnologías de última generación como el blockchain podrían hacerlo todo mucho más fácil tanto para los países de acogida como para los refugiados. La estructura de cadena de bloques, o blockchain, es especialmente conocida por su aplicación en el universo de las criptomonedas y las inversiones online, pero lo cierto es que puede servir para mucho más.
Digitalización de documentos
Uno de los principales problemas que se enfrentan los refugiados al llegar al país de acogida, o incluso antes de salir de su lugar de origen, tiene que ver con la documentación. Los refugiados sirianos, por ejemplo, no suelen tener ni el documento de identidad básico, y muchos registros oficiales han sido destrozados como consecuencia de la guerra. La digitalización de todos estos documentos podría hacer que fueran accesibles desde cualquier punto del planeta.
Agilización de las transacciones
Los países de donde huyen aquellos que buscan asilo suelen tener un sistema económico basado en el dinero en metálico, especialmente cuando se trata de negocios pequeños. Puede resultar un gran inconveniente para aquellos refugiados que quieran mandar dinero al extranjero. Aunque con las tecnologías de blockchain no ofrecerían la estabilidad ideal, sí que podría agilizar, hacer más eficientes y reducir los costes al realizar transacciones de un país a otro.
Seguimiento de donaciones
De la misma forma, el sistema de cadena de bloques podría hacer menos complicado el poder hacer un seguimiento de las donaciones que se han realizado en causas benéficas relacionadas con los refugiados. Esta tecnología, además, podría ofrecerles a los donantes aquella transparencia que a menudo echan en falta en este tipo de transacciones. Ya hay organizaciones que lo están utilizando Bitcoin con esta finalidad, como es el caso de GiveTrack.
Colaboración internacional
Una tecnología que cree tan poco en las fronteras como el blockchain parece ideal para promover esa colaboración internacional que se le pide a nuestra sociedad para ayudar a los que más lo necesitan. De esta forma, este sistema podría ayudar a identificar ciudadanos en peligro que necesitan asilo incluso antes de que estos se conviertan en refugiados. Ello también permitiría distribuir el tipo de ayuda técnica que se necesita en cualquier momento.
Integración más eficiente
Por último, y como mencionábamos anteriormente, el sistema de blockchain podría ayudar a que la adaptación de los refugiados una vez llegados al nuevo país sea más fácil. ¿Cómo? Este objetivo podría cumplirse utilizando la moneda digital, que les permitiría poder acceder a una casa y obtener una estabilidad económica lo más antes posible. También le posibilitaría al país de acogida rastrear la situación personal de cada refugiado y ayudar si es necesario.
Se considera que son más de 50 millones el total de desplazados que hay en la actualidad, más incluso que después de la Segunda Guerra Mundial. La crisis de los refugiados, pues, afecta a muchísimos ciudadanos con los que compartimos planeta. Es, además, una situación ya de por sí muy complicada, por lo que cualquier sistema que pueda ayudar a hacerlo más fácil tanto para los que piden asilo como los que lo ofrecen es bienvenido.