Viernes, 26 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
El tren de mi infancia
X

El tren de mi infancia

Actualizado 21/07/2019
Paco Blanco Prieto

Eran años de estraperlo, sabañones, dolor, cementerio y traje azul marino. Años de abandonar el desnutrido hogar familiar y marchar con la orfandad al hombro camino del colpicio, para restaurar en él penurias bajo la sombra amparadora de una acacia regada con lágrimas de infortunio en el Patio Central.

Idas y venidas, pasaporte militar en mano, a lomos de un cetáceo de hierro que esperaba sudando en la estación antes de dar un bufido anunciando su salida. Arranque lento, ceremonioso, entre quejidos de hierros y soplidos de vapor, previos al galope enloquecido sobre raíles, con un zarandeo que impedía la estabilidad de quienes recorrían sus entrañas revisando billetes para dar con los pícaros, y pidiendo carnets de identidad con la enseña policial detrás de la solapa, para trincar a "rojos" despistados.

Rodando hierro sobre hierro se acometían las trincheras tajadas en oteros, donde el ruido se hacía más ensordecedor como presagio de trueno, y el ajetreo multiplicaba el estrépito, preludio de catástrofe. Todo el temor quedaba en ceguera por la carbonilla que entraba tiznando de puntos negros las camisas, cuando alguien se olvidaba subir el cristal de la ventana, antes de introducirse la máquina en las fauces de la montaña a través del túnel arqueado con granito.

Soplaba y resoplaba el monstruo de acero en la planicie saludando con su columna de humo a los campesinos que agitaban pañuelos al viento asombrados de ver aquel prodigio trotar desenfrenado en la pradera, mientras ellos roturaban la tierra con yuntas de bueyes o recogían espigas en verano a golpe de hoz sobre las cañas.

Asiento de tercera, con listones de madera que vareaban el cuerpo; pan de hogaza con embutido y tortilla compartidos, mientras pasaba de mano en mano alguna bota de vino, entre bromas, chascarrillos y anécdotas que amenizaban el viaje del huérfano cabizbajo hacia el colpicio, tornándose meses después en nerviosa celeridad del reloj al regresar esperanzado a la casa prometida de los abuelos.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...