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Amador Martín, poeta de la luz
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Amador Martín / Poeta, escritor y fotógrafo

Amador Martín, poeta de la luz

Actualizado 30/12/2018
Charo Alonso

"Yo siempre voy con mi cámara: me gusta fotografiar todo lo que veo y me fascinan determinadas luces que hacen de una ciudad, cada día, distinta"

Tiene José Amador Martín la costumbre de la sonrisa, la mirada limpia y franca de cielos azules, la acariciadora voz de la ternura y el paso lento y constante de quien sabe recorrer todos los caminos de una ciudad a la que retrata como nadie. Paso pausado y apacible el de un enamorado de mirada amante, sabia, como esos versos y fotografías que lenta, constantemente ?como hace Amador las cosas? sin ruido, tan callando, crean libro.

Jardines de la memoria, espacios deleitosos, el gusto por el detalle, por la grandeza de los horizontes. Un libro que es un recorrido amoroso por el cuerpo de la amada, por los años, por las calles, por los cielos, por los paisajes interiores de un hombre bueno, de un hombre atento, de un hombre generoso. De un hombre entregado a la mirada enamorada de una ciudad que se le entrega. Es un secreto a voces y a versos: cuánto queremos a Amador Martín, callado testigo de nuestro más hermoso recorrido.

Charo Alonso: Este libro, Ciudad interior, de la editorial Amarante no parece un libro de poesía, tiene una foto extraña como portada.

Amador Martín: A ellos les gustó esta foto, es verdad que no parece un libro de poesía, y además tiene un subtítulo "Inventario de ti" porque es una forma de reunir poemas de hace mucho tiempo. En él no hay un eje, bueno, el eje soy yo y mi ciudad, que aparece en todo lo que hago y escribo. Lo de interior es un poco complejo, porque el último libro de fotografía se llamaba Salamanca ciudad interior.

Carmen Borrego: Amador ¿Si Salamanca tuviera nombre de mujer cuál sería?

A.M.: Ninguno, me encanta que sea Salamanca. La vivo. Por cierto, hace poco tuve una bronca acerca de la celebración de la Nochevieja Universitaria. Quieren venderla como una forma de promocionar Salamanca y Salamanca se promociona de sobra, la gente viene sin necesidad de hacer este despliegue de borrachera.

Ch.A.: Me gusta de ti que eres capaz de discrepar con calma, yo también estoy en contra de la Nochevieja Universitaria, pero no estoy de acuerdo contigo en que deje de celebrarse la Feria del Libro en la Plaza Mayor? ¿Cómo te gusta la Plaza?

A.M. Absolutamente libre, y lo demuestro: las fotos de la Plaza vacía lo demuestran. Si la ves a las seis o a las siete de la mañana, la sensación que se tiene en ella no se puede contar. Yo nunca estaré en contra de la cultura, y yo he firmado libros en la Plaza pero no estoy de acuerdo, me hace daño, es un mercantilismo puro y duro. Ya puestos, ¿por qué no los alfareros? En Madrid, la Feria del Libro se hace en El Retiro. Por no gustarme, no me gustan ni los adornos navideños; menos mal que este año es la primera vez que hacen algo decente, yo odiaba la bola, esperaba que rodara hacia un lado y se fuera, y los lazos ni te cuento. La Plaza tiene una proporción áurea de rectángulos, poner ahí una bola es terrible, al menos "la caja" es una línea recta.

Ch.A.: Pues a mí me gusta la Plaza Mayor con vida. No me convences.

AAmador Martín, poeta de la luz | Imagen 1.M.: Yo a la Plaza la quiero libre, es cuando se siente, la Plaza con su silencio, aunque haya vida. No hace falta nada más.

Carmen Borrego: Nadie fotografía ni recorre la ciudad como tú. Te voy a postular para alcalde, Amador.

A.M.: Siempre me siento al servicio de mi ciudad, lo hago con mi trabajo. Con cualquier exposición queda muy clarito. Y me gustaría ser más embajador de la ciudad, con la literatura y la fotografía, que van a la par, no las separo, entiendo la fotografía desde un punto de vista literario y la literatura desde un punto de vista fotográfico.

Ch.A.: Escribes, fotografías y además, divulgas la cultura con tus vídeos y con tu revista digital, Crear en Salamanca.

A.M.: Una vez lloré de desesperación porque no se hizo un homenaje a Aníbal Núñez, entonces me plantee hacer esta revista y mi hija y mi yerno me facilitaron la tarea. Hago Crear en Salamanca y es una revista de muchísimas visitas diarias, que se ha convertido en un puente hacia América, allí se dan cuenta de su importancia y aquí quizás no. La revista hace una función que sorprende, da a conocer mi trabajo y el de otras personas. Por ejemplo, la próxima exposición, la de Castelo Branco, partió de que vinieron a buscarme. La fotografía de la Plaza, con la revista, ha dado la vuelta al mundo, es una foto embajadora de Salamanca. Crear en Salamanca es una idea nacida del corazón y de la experiencia de la Radio y de Zurguén, la revista de poesía que creé en los años 79-80? La posibilidad de internet ha hecho posible este proyecto. Hoy se extiende por todo el mundo de habla española y portuguesa, hasta el punto de haberse convertido en un puente con la literatura de los países de idioma hispano-portugués. También hay literatura italiana, rumana, búlgara, fundamentalmente, con sus respectivas traducciones y un conjunto de libros digitales para su descarga. Mi proyecto no es cerrado, pretende estar abierto a todo artista creador.

Ch.A.: Con tu revista, los recitales y con tu trabajo visual apoyas a mucha gente en esta ciudad.

A.M.: Toda persona que hace algo por la ciudad merece mi interés, me gusta hacer algo con ellos, me llega a mí y colaboramos. Te pongo el ejemplo de Isabel Bernardo, a quien he hecho dos vídeos para sus libros, o el vídeo del pintor Ángel Luis Iglesias. He trabajado con muchos poetas e incluso he sido traducido al croata. Croacia es una zona muy literaria, lleno de gente muy culta. Los encuentros de poetas que organiza Alfredo P. Alencart me han permitido conocer a mucha gente.

Ch.A.: A veces pienso que la gente de la cultura salmantina es como si viviera en círculos que a veces se juntan y otras no. ¿Cómo lo ves tú?

A.M.: Cuando has vivido los años dorados del arte y la cultura de Salamanca es difícil tener una perspectiva. Antes se hacía todo sin dinero, sin apoyo? Yo recuerdo los tiempos de la facultad de ciencias donde hicimos un recital de poesía que llenó el Aula Magna. Era el tiempo de la revista Zurguén, que llevaba yo, de otras muchas revistas que se hacían sin dinero y que ya no se hacen. Cuando has estado con gente como Aníbal Núñez o Jaime Siles es difícil hablar. Era un tiempo diferente en el que, por ejemplo, una revista como Álamo ?que aunque tuviera el apoyo del gobierno no podemos negar su importancia? era un dinamizador de la poesía en Salamanca. Los grandes autores del país venían a Salamanca llamados por ella. Álamo era la revista que tenía la función de atraer a los autores ¡Que luego venían a nuestro programa de radio a hablar con nosotros! Todo este intercambio con autores tan relevantes ha influido en lo que soy, y hace que odie a quienes hacen las cosas solo por dinero. Hay muchas personas que escriben en Salamanca, muchos autores y los hay muy buenos; a su lado hay otros que escriben, el escritor que se llena de verdad y no se mira a sí mismo, el generoso, es el poeta? Por eso no todo el que escribe poesía es poeta. Ser poeta es una forma de vivir y de sentir.

El fotógrafo necesita dedo, corázon y cerebro

Ch.A.: Eres un hombre de cultura. ¿Cómo te definirías? ¿Cómo recuerdas aquel tiempo organizando conciertos a través de la Universidad?

A.M.: Me identifico con ser un salmantino preocupado por la cultura? Fotografía, Arte en general, Literatura, Música? Voy con mi cámara y puedo parecer ensimismado pero mi forma de ver la ciudad es amarla en cada palmo. En cuanto a la música, traíamos a grandes artistas que a veces venían a taquilla, como Soledad Bravo, que dio un concierto que aún me emociona. Eran emociones que ahora no existen, era otra manera de organizar. No se trata de idealizar esa época, sino de decirte que eso influye en lo que hago ahora. Después, fíjate, no había fotografía digital y tuve dos tiendas, hacia más cosas musicales y literarias y menos fotografía. Ahora es al revés.

Ch.A.: Mi primera cámara la compré en tu tienda de la calle Toro. Y me enseñaste cosas básicas. ¿Quién te enseñó a ti fotografía?

A.M.: Nadie. Nunca recibí un curso de fotografía. No me importa la técnica, no tengo ni idea de técnica, cuando doy un curso le digo a la gente "Olvídate de todo lo que te han explicado". Es dedo, corazón y cerebro. Yo pienso, me fío por mi emoción y disparo. El fotógrafo necesita dedo, corazón y cerebro, esto no es mío pero es una constante en mí, hay que salir con la cámara sin ideas prefijadas sólo así nos sorprende lo que vemos lo que emociona y mueve nuestro corazón para el disparo. Cuanto más importante sea para el fotógrafo la toma fotográfica, composición, encuadre, luz, menos utilizaremos otras herramientas que considero importantes pero no imprescindibles.

Carmen Borrego: ¡No podemos imaginarte sin la cámara!

A.M.: Sí, nunca la dejo. Salgo a la calle? me gusta la puesta en escena de algunas imágenes, pero no la preparo. Veo determinada luz y disparo. Siempre encuentro un momento en la ciudad en la que nunca la había visto así. Y disparo, Salamanca es una ciudad de luz. Salamanca es nueva cada día, cada día encuentras más cosas.

Ch.A.: ¿No la agotas? ¡Lo has fotografiado todo en Salamanca y sus alrededores!

A.M.: Vas por la calle y a veces la luz incide de una forma determinada y aparece lo que no había visto antes. Es inagotable. A veces me preguntan ¿Y eso dónde está? La gente no conoce Salamanca, siempre vamos con prisa, mirando al suelo. Yo voy buscando cosas y vas abriéndole los ojos a la gente. Siempre hay lugares y rincones que no se conocen nunca? Nos conocemos a nosotros mismos??? Pues igual ocurre con la ciudad. Yo siempre voy con mi cámara: me gusta fotografiar todo lo que veo y me fascinan determinadas luces que hacen de una ciudad, cada día, distinta.

Ch.A.: Salamanca siempre ha sido una ciudad de fotógrafos? Háblame de Núñez Larraz.Amador Martín, poeta de la luz | Imagen 2

A.M.: Y de gente interesada por la fotografía, hicimos la Sociedad Fotográfica Salmantina y todos los años hacíamos un encuentro al que venían todos los grandes fotógrafos, nos juntábamos mucha gente y eran buenísimos. Con Larraz hablaba de fotografía. Yo hice el premio de ganadería que ahora lleva la Diputación. Pepe estaba ahí de jurado y hablábamos mucho, decía que en Salamanca das una patada y salían cinco fotógrafos. Había grandes fotógrafos en los periódicos, en El Adelanto, en la Gaceta, en Tribuna... Ahora con la fotografía digital es más fácil, haces muchas fotos pero no pasan por un filtro, no se cuidan tanto. Son fotógrafos excelentes, como Älex Avenida, magnífico.

Ch.A.: Te voy a recordar las palabras del poeta J.M Ferreira Cunquero, sobre tu programa de radio 'Rincón de encuentros': "Un programa que, de la mano de este poeta y gran amigo que es Amador Martín, daba cancha a todo lo que tenía que ver con la cultura. Los lunes, allí nos citábamos con la sorpresa. Sigo sin entender cómo Amador lograba que gente como Claudio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Luis Pastor?, estuviesen tan a gusto en los viejos estudios radiofónicos de la Plaza Mayor. Muchas veces terminaba el programa, y allí seguíamos charlando en la cercanía que realmente descubre a estos personajes".

A.M.: Para mí la radio siempre ha sido magia. Hoy puede serlo, pero en aquella época era un ejercicio ilusionante y romántico y, por supuesto, mágico; poder estar a través de las ondas con mi música, para nada comercial, con nuestra cultura, la que se hacía en Salamanca por personas de aquí y de fuera. Mi programa "Rincón de Encuentros" era una radiografía de la cultura.

Ch.A.: Allí conocí a Aníbal Núñez? Háblame de él, aunque le recuerdo envuelto en humo, distante, casi mordaz...

A.M.: Aníbal Núñez estaba, cada día que iba el programa era distinto porque él lo hacía distinto, difiero en lo de distante, era muy cercano. ¿Mordaz? Sí lo era, pero más crítico e irónico que mordaz, por mi amistad especial con él le invitaba para que siempre que pudiera fuera. Hoy, seguramente, su presencia fuera incómoda para mucha gente, era maravilloso.

Ch.A.: Yo aquella tarde no lo supe ver? Tuve un privilegio inmerecido? ¡Amador! Yo no sabía que no naciste en Salamanca?

A.M.: No soy salmantino. Como decía León Felipe, "me nacieron" en Elgoibar, Guipúzcoa, mis padres eran de Salamanca y por circunstancias laborales estaban allí y allí nací, pero mi vida desde los siete años ha discurrido por tierras castellanas, Zamora y Salamanca. Salamanca es mi 'Ciudad Interior', amo a esta ciudad.

Ch.A.: Y esta ciudad te ama a ti, a través de tus colaboraciones en Salamanca al Día disfrutamos de tus fotos y de tu escritura.

A.M.: Hace tiempo, ya varios años, Juan Carlos López Pinto me invitó a participar en este proyecto, con mis fotos y algún comentario; gracias a este proyecto tengo la posibilidad de, semanalmente, comunicarme con muchas personas y obligarme al ejercicio de escribir. Hoy agradezco pertenecer a la comunidad de columnistas de SALAMANCArtv AL DÍA.

Ch.A.: Siempre unidas, fotografía y poesía en ti?

A.M.: Hay dos ejercicios: poesía y fotografía, los dos se convierten en algo cotidiano y ambos se expresan en múltiples espacios. No hay separación y mi experiencia de vida es su expresión en todos los escenarios de la ciudad. Cuando hago una fotografía o estoy haciendo un poema establezco una relación con mi entorno, siempre desde mi punto de vista particular. Fotografía y poesía se convierten así en dos obsesiones paralelas.

Ch.A.: Y ambas salen del mismo sitio, Amador.

A.M.: Yo me muevo en el ámbito de las emociones. Puede haber autores que no basen su obra en las emociones, mi actividad se basa en el universo de lo cotidiano y de la emoción y este universo intento expresarlo a través de la fotografía, a través de la poesía y a través de la palabra. Por ello en la palabra, en las imágenes, construyo una ciudad que yo llamo interior, porque todo surge de actos emocionales que sacuden el alma.

Ch.A.: De ahí tus títulos, Salamanca ciudad interior, un maravilloso libro de fotografía publicado en el 2015 y este de poesía. Amador, hace casi treinta años que nos conocemos? ¿Cambian las emociones con el tiempo?

A.M.: A medida que crecemos nuestras emociones se van haciendo más complejas: alegría, pena, triunfo, fracaso, soledad, plenitud, belleza, melancolía? de todo esto está hecha la vida y todo sigue, casi siempre, siendo un misterio.

Ch.M.: Yo era casi una niña cuando me vendiste mi primera cámara. ¿Cómo me enseñarías a fotografiar ahora? ¿Qué es la fotografía?

A.M.: Te enseñaría lo mismo, a usar básicamente la cámara. Fotografiar significa observar, analizar el comportamiento de las personas, la función de los objetos, la función visible e invisible de la naturaleza y la relación que existe entre todo. Fotografiar significa apropiarte de un segmento minúsculo de la realidad, pero dotada de todo sentido: A veces, una fotografía explica la vida. Después de una gran parte de la mía haciendo fotografías, la vida sigue siendo un misterio para mí. Pero a veces, cuando consigo hacer una buena foto, descubro que todo puede tener sentido. Fotografiar es llegar más allá de lo que el ojo ve, es llegar al alma de las cosas, es comprender la luz y dar sentido al caos. Mi cámara hace la foto pero yo quiero mostrar el alma de la imagen que veo.

Amador Martín, poeta de la luz | Imagen 3Ch.A.: ¿Y qué es escribir, Amador?

A.M.: Para mí escribir es una indagación que abarca todo nuestro ser, no sólo nuestra parte racional o intelectiva sino también la sensibilidad y la percepción más sutiles. Una incitación a la reflexión a partir del mundo sensible: tanto de los fenómenos de la naturaleza como de las creaciones del hombre.

Ch.A.: Escribir es un privilegio, si no te he entendido mal.

A.M.: Sí porque las alegrías de la vida te desbordan. El dolor y la pérdida te superan y hunden. El tedio y la monotonía pueden resultar aniquiladores. Cuando escribo, estoy fuera de esa realidad. He entrado en otra donde sí es posible buscar un sentido, incluso vislumbrarlo. La soledad, que tantas veces se ha hecho insoportable, se hace ligera y deseable. El estado perfecto.

Ch.A.: Ahora entiendo porque has escrito tanto sin necesidad de que se publiquen tus poemas, Amador. Es escribir lo que buscas, el estado perfecto.

A.M.: No lo he necesitado, cierto. En el texto, se produce una transformación que la inteligencia no puede explicar. Nos sumergimos en el dolor sin llegar a morir, conquistamos la distancia. Observamos, podemos escoger, emocionarnos, aventurarnos. La incertidumbre de lo escrito resulta más segura que las certezas de la vida. La palabra se hace enteramente nuestra.

Enteramente nuestro. No ha cambiado este hombre de pasos reflexivos, de discrepar amable, de poesía desbordada repartida en todas esas miradas con las que nos regala desde Salamanca Rtv al Día, el genio de su talento, la sensibilidad de un artista generoso. Él hacía posible el encuentro en ese rincón suyo de fraternidad y de talento, lo hace y lo seguirá haciendo allá donde su voz nos convoque a la charla, al intercambio, a la revista, al recital. Pocas personas convocan el afecto con tanto talento como Amador Martín. La emoción es el auténtico sentido, la emoción de leerte, conocerte y quererte? Más allá de versos y de esa Salamanca tuya que es la nuestra. La Salamanca interior de la vida que es la nuestra.

Charo Alonso.

Fotografías: Carmen Borrego.

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