La leyenda de una mora y de una carmelita

En medio del Parque Natural de Las Batuecas encontramos un pueblo que a pesar de pertenecer a la comarca de la Sierra de Francia, está separado por una cresta montañosa del resto de localidades cercanas. La vegetación que lo rodea es exuberante y variada dado el clima mediterráneo que lo envuelve. El haya más meridional de toda Europa vive en sus proximidades. En lo alto de una de las sierras que puede contemplar en toda su grandiosidad y belleza llamada del Castillo, se esconde una cueva que encierra una leyenda de moros y cristianos, de amor y tesoros. Herguijuela de la Sierra es pues un lugar atractivo desde cualquier perspectiva y entre tanta singularidad, recibió también la historia de una mujer, casi leyenda, contada con la luz especial que lleva en sí el título de la obra de teatro que nos la presenta: "Teresa, la jardinera de la luz"

A lo largo de este verano del 2018, han sido muy numerosas las localidades salmantinas que han querido contar con este montaje en unos días en que la población aumenta, pues muchos de los vecinos que viven fuera de sus lugares de origen, regresan a pasar las merecidas vacaciones junto a los suyos, en sus fiestas y con sus tradiciones. La oportunidad que está dando la Diputación de que la obra del grupo de teatro 'Lazarillo de Tormes' sea conocida en toda nuestra provincia, hace que el calendario de estos actores sea tan apretado, que dejando a un lado sus propias vacaciones, se rindan con el entusiasmo que siempre demuestran en sus representaciones, a la tarea de llevar la historia de Teresa de Jesús por nuestra amplia geografía salmantina. Es su año Jubilar y este montaje nos regala la posibilidad de conocer de primera mano lo excepcional de la vida de una santa, que llega a todos porque con esta obra se desmonta la leyenda de la mística para conocer primero la vida de la mujer. Y es tal el éxito obtenido, que también este magnífico trabajo empieza a ser leyenda.

Cuando conocemos la historia del rey moro que encerró a su hija en una cueva, junto a tesoros cristianos también allí escondidos, para preservar su honor de amores paganos, entendemos que el ser humano es igual en aspectos básicos de la vida a pesar de sus creencias, tan iguales en el fondo. En "Teresa, la jardinera de la luz" reconocemos a una niña, a la que su padre también protegió y para la que la espiritualidad en la que creció, marcó de tal manera sus pasos que revolucionó el mundo del siglo XVI en el que le tocó habitar. Y en nuestra cerrada España, que tanto luchara contra moros, éste era para ella el primer eslabón de la cadena que la podía conducir al lugar que le era más ansiado, el Cielo. Es tal la naturalidad con la que sus hermanas carmelitas narran en escena la vida de su madre, que vemos crecer ante nosotros a un ser humano tan inteligente, que supo en cada momento qué camino seguir para llegar a su destino.

Como 'Lazarillo de Tormes' ha visitado también otro pueblo salmantino que comparte nombre con éste de la sierra, sabemos que el significado de Herguijuela, después de una larga evolución etimológica es "iglesita". No importa el tamaño de estos templos religiosos o de las localidades que los prestan, pues todos son el escenario apropiado para que la puesta en escena de "Teresa, la jardinera de la luz" se lleve a cabo en el contexto en el que todo el público presente se ubica con facilidad. La obviedad de su entregada vida de austeridad y trabajo en tantos conventos como fundara, así como sus poemas para el Dios del Cielo y sus familiares cartas para el de la tierra, dejan constancia de que la libertad de cualquiera se elige y no importa cómo ni dónde se viva.

Esta inteligencia, capacidad de seducción y fortaleza de espíritu quedan plasmados en un guión que como la cadena montañosa que separa a Herguijuela de la Sierra de sus localidades vecinas y la convierte en singular, hace también de "Teresa, la jardinera de la luz" un fenómeno teatral de particular sencillez, belleza y credibilidad interpretativa y documental. Sólo con el auténtico vestuario de la época, el púlpito representante del vacuo discurso del poder reinante, y la música de aquel tiempo que 'Lazarillo de Tormes' ofrece en directo y que tanto llena la escena, es suficiente para trasladar a los presentes al lugar, tiempo y vida, con la magia de que todo lo que sucede les compete. Su preciosa iglesia ofreció a las carmelitas de Teresa a su querida virgen del Carmen, emblema de excepción de una Orden que aquella monja reformara inspirada sólo por el también profundo amor a un Jesús que crucificado, presidía desde el altar la luminosa historia de su enamorada, sabia como Él, en su humildad.