Los deberes escolares

Así se titulaba la 3ª de ABC del miércoles pasado, 19 de abril, firmada por D. Álvaro Marchesi, Secretario de Estado que fue e ideólogo de la LOGSE, que debe ser una Ley mu buena porque no consiguen cargársela los de derechas y, lo que es más relevante, ni siquiera la izquierda ha podido con ella. No seré yo quien juzgue a pedagogo y psicólogo tan competente. Pero, no sé, tal vez sea por solidaridad generacional ?es apenas un año mayor que yo-, esa 3ª me ha vuelto a meter, de un plumazo, en mi particular "memoria histórica" que, como todo el mundo sabe, es una memoria subjetiva no científica, pero como no pretendo hacer ciencia?

Dice D. Álvaro: "?los centros deberían disponer de los recursos económicos necesarios para contratar actividades educativas y especialistas de apoyo en horario extraescolar ?Además, tendrían que estar abiertos por las tardes y los fines de semana. Por estas razones se necesita más financiación?". El resto del artículo, antecedentes y consecuentes, podrá bucearlo el lector en internet si le interesa. San Google será sin duda de una gran ayuda.

De mí sé decir que yo ya conocí este tipo de centros y disfruté de la Educación (no sólo la Enseñanza) en la que D. Álvaro sueña. En los escolapios ?Colegio "Calasanz" de Salamanca- teníamos Permanencias, o sea "estudio asistido", donde teníamos la ocasión, sí o sí, de permanecer haciendo lo que un estudiante debe: estudiar (hacer deberes, resolver problemas de Matemáticas, Física, etc?, dibujar, redactar, memorizar, hacer esquemas). Por otra parte, y dado que se trata de Educación y no sólo de Enseñanza-aprendizaje, una buena parte de mi formación humana integral se debió a los educadores que, en su tiempo libre, nos ayudaban a hacer Aspirantado de Acción Católica o Escultismo. Para ello el Colegio permanecía abierto los domingos y festivos. Dígase lo mismo de los miembros del Acies Christi (vulgo Avelinos), que en la actual Casa Lys nos ayudaban a profundizar en muchos aspectos de la vida y de la fe cristiana con retiros, círculos de estudio, excursiones educativas, debates, películas comentadas?

Mi agradecimiento debe ser mayor aún porque todos estos educadores lo hacían gratis et amore, especialmente los religiosos ?que no son los creyentes, como ahora se dice en los "medios", sino los que pertenecen a una Orden religiosa o Instituto Religioso Secular- pero también los laicos. Un "perfume" especial emanaba de ellos (además del humo de tabaco, que entonces los profes que fumaban podían hacerlo en clase): tenían vocación pedagógica, que manaba de su vocación cristiana en la mayoría, laicos incluidos ?un laico no es el que se opone a la religión o a las Iglesias, sino el que pertenece al pueblo-.

No digo yo que D. Álvaro no tenga razón en la necesidad de más financiación para el sistema educativo. Pero yo también la tengo, creo, cuando afirmo que lo esencial es la vocación pedagógica de los profesores, monitores, técnicos, administrativos y personal no docente, que ya D. Bosco habló maravillas de la importancia de un buen portero en un Centro educativo. Claro que es más fácil que uno sienta esa vocación si la sociedad le apoya y le estimula y le exige las máximas calificaciones y cualificaciones?Y, además, le paga un poco mejor. Como dicen que ocurre en Finlandia, que, al parecer, posee el mejor sistema educativo del planeta.