El acto estuvo marcado por un emotivo homenaje al fallecido periodista y fotógrafo José Manuel Blanco, uno de los grandes impulsores del certamen
La emoción ha sido la protagonista indiscutible en el corazón de Salamaq. En un acto que ha trascendido la mera entrega de premios, el XV Concurso de Fotografía 'La raza morucha y su entorno' ha rendido un sentido y profundo homenaje a la memoria de José Manuel Blanco, periodista, fotógrafo y figura clave en la historia de este certamen. El evento no solo ha celebrado la belleza indómita del campo salmantino a través del objetivo de decenas de artistas, sino que también ha servido para recordar a quien fue uno de sus más grandes impulsores.
El concurso, organizado por la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Morucha, se ha consolidado como una cita ineludible dentro de la feria agropecuaria más importante del sur de Europa. Este año, la convocatoria ha sido un éxito rotundo, con la recepción de casi 200 fotografías provenientes de 61 fotógrafos distintos, una cifra que evidencia el creciente interés por capturar la esencia de una raza tan emblemática para la provincia de Salamanca.
Antes de desvelar los nombres de los ganadores, el presidente de la Asociación de Nacional Ganaderos de Raza Morucha, Luis Ángel Cabezas, ha querido dedicar unas palabras a la figura que ha inspirado esta edición. “Este año es en memoria a José Manuel Blanco, un gran amigo, vicepresidente de esta asociación, y además muy vinculado con la fotografía, por su profesión de periodismo”. Se ha recordado su papel fundamental como “uno de los grandes impulsores de este concurso de fotografía en su etapa”.
La presencia de su viuda, Ana Barrios, y sus hijas, Eva y Paula, ha añadido una capa de profunda emotividad al acto. El agradecimiento público por su asistencia ha sellado un homenaje que ha buscado honrar al “gran amigo, a este gran amante de la raza, y a ese gran periodista”.
El jurado no lo ha tenido fácil. La alta calidad de las obras presentadas ha complicado enormemente el proceso de selección. Tras una primera criba de la que salieron 20 imágenes, finalmente se expusieron las 10 fotografías finalistas. “El gran debate fue dar los 3 primeros premios. Nos tiramos un tiempo importante hasta tomar la decisión”, han confesado desde la organización, subrayando el nivel excepcional de esta decimoquinta edición.
Finalmente, los galardones han sido entregados por diversas autoridades, reconociendo el talento y la sensibilidad de los artistas premiados.
El máximo galardón ha recaído en Jesús Roig, quien ha recibido el premio de manos de Isabel de MCD. Visiblemente agradecido, Roig ha querido compartir el reconocimiento. “Quiero agradecer a la asociación que tengáis este tipo de iniciativas, porque la verdad es que es de agradecer, es un esfuerzo vuestro”, ha comenzado. También ha tenido palabras para quienes le permitieron capturar la imagen ganadora: “Agradecer también a la ganadería Tagarnat, que son los que me han dejado estar allí mareando un poco a sus animales”.
Sin embargo, su dedicatoria más personal ha sido para su círculo más cercano: “Y sobre todo a mi familia y a mi chica, que me han apoyado mucho y me animan, sobre todo mi padre, que es el que me ha transmitido esta afición de la fotografía”.
El segundo premio ha sido para Alba Martín, una joven cuyo vínculo con la raza morucha es directo y familiar. El diputado de Salamaq, Santiago Castañeda, ha sido el encargado de entregarle el galardón. En su breve pero significativo discurso, Alba ha revelado la clave de su éxito: “Obtengo este premio gracias a la ganadería de mi padre”. Sus palabras encapsulan la transmisión generacional del amor y el trabajo en el campo salmantino.
El tercer puesto lo ha ocupado Silvano Oloa, quien ha recibido su premio del diputado de agricultura, Roque Madruga. Oloa ha puesto en valor el propósito del concurso, agradeciendo a la asociación porque con estas iniciativas “dan a conocer la bonita raza de la raza morucha”. Su mensaje final ha sido un aliento para el futuro: “Que sigáis impulsando esta iniciativa para que siga recibiendo”.
El acto ha concluido con una reflexión sobre el valor de este tipo de certámenes para la promoción de la raza. Luis Ángel Cabezas ha agradecido a todos los participantes la oportunidad de “presenciar estas imágenes que los ganaderos estamos acostumbrados a ver en el campo, pero que yo sé que cuando se plasma en una fotografía, pues tiene sus complicaciones”.
Para finalizar, ha destacado la importancia de mostrar la otra cara de la ganadería, la estética y la cultural. “Creo que es bueno este tipo de concursos para que todos veamos lo que es la raza, no solamente en el plato, también en imágenes, eso es un auténtico espectáculo”, ha sentenciado. Una afirmación que resume a la perfección el espíritu de un concurso que, año tras año, convierte la dehesa salmantina en un museo al aire libre y a la raza morucha en su principal obra de arte.