Variedad de colores y texturas para apreciar las diferencias regionales en la vestimenta tradicional
Vista Alegre, la población nacida en torno a la fábrica de la prestigiosa firma de porcelana fina, acogerá el próximo sábado, 16 de septiembre, el Desfile Nacional del Traje Popular Portugués en su edición 2023.
El mayor evento del género en Portugal contará con la presencia de más de 1.200 participantes, procedentes de todas las regiones del Portugal peninsular y del archipiélago de Madeira, que presentarán sus trajes en un desfile emotivo y colorista.
Se trata de un evento donde las diferentes comarcas portuguesas dan a conocer las características, las maneras y los preceptos del vestir de antaño, mostrando las diferencias entre regiones y la variedad de colores y texturas que conforman el Traje Popular Portugués, con todas sus variantes, conforme los acontecimientos sociales y vitales, desde el nacimiento hasta la muerte, la ropa de trabajo o la de los días de fiesta.
El evento, promovido por la Federación de Folclore Portugués, se desarrollará en el paraje de Vista Alegre (Ílhavo), la población nacida alrededor de la fábrica de la prestigiosa cerámica del mismo nombre, donde aún hoy pervive -y está parcialmente habitado- su barrio obrero, su fabuloso teatro y es visitable la magnífica Capilla de Vista Alegre, dedicada a la Virgen de la Peña, debido a la devoción que su impulsor, el obispo Manuel de Moura Manuel, le tenía a la Señora de la Sierra de Francia salmantina.
El Museo de Vista Alegre es un atractivo espacio a visitar, con 30.000 piezas exhibidas en sus salas, donde se puede conocer la historia de la más internacional casa de cerámica portuguesa, célebre principalmente por sus vajillas, así como la figura de su creador, el emprendedor José Ferreira Pinto Basto, que fundó la firma hace dos siglos, durante los cuales siempre ha estado unida a conceptos de calidad, refinamiento y belleza.
Actualmente, un lujoso hotel ocupa el antiguo palacio de los Pinto Basto, así como parte de este singular barrio, surgido entre la fábrica y la ría de Aveiro, en un alto a sólo 12 kilómetros de las playas de Costa Nova y Barra.