¿Qué nos queda?
Recientemente he tenido el placer de leer una vez más en este medio el blog de mi compañero Rubén Sánchez Parazuelo, de tumbas grises hablaba, y de las dificultades que plantea nuestro sistema actual, no proyectado precisamente hacia facilitar la vida al emprendedor?que gran verdad, amigo.
Hablaba (o eso entendí yo), de una supuesta selección en las empresas, llevándose por delante a aquellas que no habían podido aguantar o no habían sabido reconvertirse. También estoy con él en eso, creo que así ha sucedido.
¿A los pocos que nos mantenemos en pie entonces que nos queda?
Tenemos dos opciones, pasar todo el día lamentándonos y lamiéndonos las heridas o empezar a trabajar para cumplir nuestros sueños.
La mejor cosa que he aprendido es a cambiar mi futuro alterando mi actitud ante lo que la vida me enseñaba, porque quien cree que ya aprendió lo suficiente está sobradamente preparado para vivir en un mundo, pero irreal.
Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios?
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