Mala fe de la patronal en el convenio en el convenio del metal

La negociación colectiva es un proceso de diálogo entre empresarios y trabajadores y sirve para determinar las condiciones de trabajo y salario además de ser un derecho fundamental. A pesar de que los intereses de empresarios y trabajadores son contrapuestos estamos condenados a entendernos y la negociación colectiva es la mejor herramienta. Hay sectores donde la relación es más fluida y han llegando a acuerdos importantes y beneficiosos para ambas partes y otros donde ha sido imposible la negociación, obligando a trabajadores y sindicatos a movilizarse o acudir a la vía judicial.

La Reforma laboral del 2012 aplicada por el Gobierno del partido popular ha roto el equilibrio entre trabajadores y empresarios alterando la estructura de la negociación y terminado con muchos años de diálogo y acuerdos. El Gobierno ha inclinado la balanza a favor de los empresarios regalándoles la ventaja de la negociación. En estos momentos la negociación colectiva está en una injusta desigualdad provocando gran confrontación entre empresarios y sindicatos, como así lo demuestra la falta de acuerdos en muchos de los convenios que se intentan negociar. Un claro ejemplo es el convenio de Actividades de Siderometalurgia de Salamanca, más conocido como "convenio del metal", donde los empresarios están demostrando una nula voluntad negociadora.

La mesa negociadora se viene reuniendo desde el mes de febrero y la patronal salmantina ha acudido envalentonada a la mesa de negociación, con una clara actitud obstruccionista y dilatoria. Su intención es NO llegar a ningún acuerdo. Se aferran a los privilegios que les otorga la reforma laboral y exigen suprimir la antigüedad de los trabajadores, bajar y congelar salarios (a pesar de llevar años soportando la moderación salarial) y disminuir el plus de transporte, entre muchas barbaridades más, además de negarse a discutir y aclarar dudas interpretativas sobre la actual normativa cuando un trabajador está en situación I.T. Los sindicatos U.G.T. y CC.OO. hacen esfuerzos por acercar posturas y llegar a un acuerdo, pero la patronal salmantina se mantiene inflexible en su postura de bloquear y retrasar deliberadamente las negociaciones para forzar a mantener la vigencia del convenio un año más y que éste caduque y pierda vigencia, así los trabajadores serían acogidos por el Estatuto de los Trabajadores, esto suprodría la desaparación de complementos salariales y la posibilidad de aplicar, a los nuevos contratos, el salario mínimo interprofesional de 645,30 euros mes, es decir, trabajadores más baratos, todavía, por debajo del mileurista.

Comprendo que es complicada la negociación en este contexto económico en el que nos movemos, pero el acuerdo solo es posible cuando ambas partes están dispuestas a ser flexibles. Negociar es resolver conflictos y se necesitan personas con habilidades en la negociación, que obren de buena fe y no conviertan la negociación en una guerra de poder y egos personales que pongan en riesgo el modelo de negociación que hasta ahora habíamos tenido, a pesar de sus imperfecciones y dificultades. No se puede ir a una negociación en actitud irresponsable y cicatera como la patronal del metal de Salamanca, despreciando a los trabajadores y aprovechando la actual coyuntura del paro para modificar sueldos y tumbar acuerdos salariales ya firmados, utilizando la recurente excusa de la crisis, que lo único que esconde es ampliar el margen de beneficios empresariales, en vez de motivar a sus trabajadores con un salario justo, que los comprometa con el proyecto de su empresa.

Es una irresponsabilidad empresarial provocar el enfrentamiento producido, obligando a los sindicatos y trabajadores a movilizarse para luchar por sus derechos y mejorar la correlación de fuerzas. Espero y deseo que los empresarios reflexionen para reconducir la negociación al lugar que corresponde y discutir los contenidos del convenio con seriedad y rigor, porque la imposición y la prepotencia a nada conducen y a nadie engañan y muchas veces, lo único que esconde es debilidad.