El tiempo de espera para las adopciones internacionales aumenta hasta los ocho años

Adoptar fuera cada día es más difícil. Las adopciones internacionales han decrecido considerablemente desde hace una década. Son muchas las dificultades a las que tanto familias como asociaciones, tienen que hacer frente para conseguir a su esperado hijo. Ángel Javier González, presidente desde hace dos años de ANDENI, asociación para la que trabaja desde 1996, es el representante de la delegación de Castilla y León. González apuesta por promover las adopciones internacionales, concretamente anima a los españoles a que acojan a menores de la República Popular China.

Andeni es la Asociación Nacional en Defensa del niño y su labor fundamental es ayudar a las familias en los procesos relacionados con la adopción con todos los requisitos: temas burocráticos, organización de viajes, enfermedades?cualquier cuestión en la que las familias necesiten apoyo para seguir adelante con la acogida del menor.

"El derecho de los niños es lo fundamental, por encima de nuestra felicidad siempre está la suya" explica el presidente de ANDENI, "el proceso es un compartir". Se busca sobre todo el beneficio del niño, aunque claro está que los padres reciben muchos más de otra índole, "los niños nos hacen un bien inigualable, hacen más por nosotros que nosotros por ellos".

Ángel Javier González indica que el proceso de adopción actual es realmente muy complicado. El 1 de mayo del año 2007 hubo un cambio en las normas y en los requisitos de las familias para el proceso de adopción internacional por parte de China. Como consecuencia, se redujo en un alto porcentaje el número de las mismas y los trámites se ralentizaron continuadamente.

En 2006 la espera de la llegada del menor desde que se tramitaba la adopción no superaba los 18 meses, actualmente, el proceso se completa en un periodo de unos ocho años. "El cambio es alarmante, ahora mismo se están asignando los tramitados en noviembre del año 2006".

Los problemas de este retraso continuo radican ahora en las familias. "Las familias están verdaderamente angustiadas, han pasado muchos años y han cambiado muchas cosas: divorcios, crisis?y sobre todo la edad".

El proceso es realmente costoso, pero nada es suficiente para la recompensa que los niños traen a nuestra vida. El coste se sitúa ente 15.000 y 18.000 euros. Esto cubre los trámites burocráticos, el viaje, la donación al orfanato? Aun así, se mantienen algunas ayudas parciales en algunas comunidades. Hace unos años la Junta de Castilla y León subvencionaba los procesos con ayudas directas.

Ángel Javier González destaca un emotivo mensaje de apoyo: "Nuestro objetivo es seguir animando a los españoles a adoptar menores en países como China, pero el ánimo y el mensaje de apoyo directo y que nace del corazón lo dirijo a las familias que están esperando a sus niños y que se mantienen fuertes durante el largo proceso. La recompensa mayor de sus vidas será poder tener entre sus brazos a su esperado y precioso hijo, eso supera cualquier barrera, incluso la del tiempo".