Manuel Asunción, una joven promesa de la pintura

Manuel Asunción estudia 2º de primaria, tiene ocho años y ya es una joven promesa de la pintura que lleva dos años consecutivos ganando el premio de pintura Venancio Blanco, organizado por la Diputación de Salamanca.

Se enteró del concurso a través de su profesora de clases extraescolares María Jesús García, que transmite su entusiasmo a todos sus alumnos y también a los profesores del colegio de La Antigua en el que estudia Manuel, los cuales, a su vez, han involucrado al resto del alumnado y además de los dibujos de los doce niños que asisten a las clases de María Jesús, han participado en el concurso 80 alumnos de todo el colegio, estos últimos, preparando sus obras en las clases de plástica o en sus casas, según nos cuenta la profesora de matemáticas, Marina Hernández.

Manuel ha competido en un concurso a nivel provincial en el que todos los colegios han presentado trabajos, y ha ganado en los dos últimos años en las categorías de 1º y 2º de primaria. El tema tratado ha sido el deporte, en ambas ocasiones, y Manuel pintó un niño montado sobre una tabla de windsurf, la primera vez, y la segunda, una calle con bicicleta y monopatín incluidos. Lo más llamativo de los dibujos de Manuel es el tratamiento del espacio en el que enmarca sus figuras y personajes, lo que pone de manifiesto la gran creatividad del niño.

Su profesora, dice que a Manuel todo se le da bien y que lo que toca lo ilumina, pero que tiene sus preferencias y lo que más le gusta es pintar animales salvajes, sin embargo, ella trata de iniciarle en diferentes temas y técnicas, como el pastel, el carboncillo o el grafito, la imaginación del niño hace el resto en las dos horas a la semana que practica, porque Manuel también es un buen estudiante y dedica parte de su tiempo a estudiar y como cualquier niño, a jugar con sus amigos o con su hermano Adrián, que últimamente también se ha aficionado a la pintura, siguiendo la tradición familiar, ya que su padre, Juan Manuel Asunción, es un artista de la serigrafía.

El premio ha consistido en un diploma que el propio Venancio Blanco entregó a los ganadores y una cantidad en metálico que Manuel ha empleado en comprarse lo que más le gusta unos lego.