Sábado, 27 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Serrano del Año
X
DESDE LA PASTORAL UNIVERSITARIA

Serrano del Año

Actualizado 27/07/2014
Policarpo Díaz

Era el día de Pascua del año 2010. Iba camino de Rebollosa, a celebrar la fiesta de la Resurrección de Jesucristo. Serían como las 10 de la mañana. Sonó el teléfono varias veces, como presagiando alguna inquietud inesperada. Tras la insistencia, aparqué en el arcén y lo atendí. Podría haber sido una llamada de mi casa (mi padre no gozaba de buena salud, no en vano falleció pocos meses después) o una llamada de alguien que me pedía que pasase por su casa para darme unas cerezas o? Comprobé que era una llamada insistente de Narciso, de Nava de Francia. Me comunicó la muerte trágica de Javi, un joven de unos 25 años, que se había matado en un inexplicable accidente de tráfico la noche antes. Había que preparar todo para el entierro, para acompañar a la familia, para tratar de elevar la mirada de un acontecimiento tan voraz, y dotarlo de sentido pascual. Vaya trago! Paradojas de la vida de una mañana cualquiera, aunque fuera la mañana más luminosa y de más brillo del calendario cristiano.

Nada más terminar esta llamada, no recuerdo bien quién, me llama para decirme que el jurado había decidido concederme el título de Serrano del Año. Comprenderán todos ustedes el cuerpo que se me quedó, cuando unos minutos antes recibí la noticia de la muerte de un joven. Así es como acogí este nombramiento: entre lágrimas y con el corazón encogido.

Bien sabía yo por aquellos tiempos y bien sé ahora, que los serranos del año son los sufrientes, los que llevan siendo serranos toda su vida, sobre todo los que han tenido que soportar el peso de la vida dura en sacar adelante sus familias, en pelear contra el ostracismo propio de un mundo rural alejado y olvidado. Los seranos del año no somos figuras satélite que hemos caído en la sierra como meteoritos, sino ese innumerable elenco de rostros, de familias, de instituciones? que desde esta tierra y en todos los tiempos, han hecho posible el maravilloso milagro de la vida en la Sierra. Los que le han arrancado a este vergel sus ricos frutos, regándolos con el sudor. Los que han hecho posible con su trabajo y esfuerzo estas edificaciones que son el orgullo de la provincia de Salamanca. Los que han construido en el devenir de los trabajos y los días una suerte de folklore y otras manifestaciones culturales que forman un patrimonio vivo que es como un escaparate del alma de una tierra y de unas personas, que saben reír, vivir, llorar, morir, trabajar, descansar? Los serranos del año son los jóvenes que apuestan fuertemente por quedarse en su tierra y abrirse caminos empresariales, sorteando las tendencias y los malos agüeros de la macroeconomía. Los serranos del año son las mujeres, madres de familia, que aquí también se han echado a los hombros el peso de la crianza de los hijos y de sacar adelante la casa, sin remuneración económica y sin reconocimiento social, con el orgullo del amor. Los serranos del año son las instituciones culturales y las empresas privadas que se han dedicado a retratar el alma de una tierra a través de la pintura, del teatro y de otros oficios nobles como la ebanistería, la orfebrería, la chacinería, la construcción o la hostelería. Los serranos del año son los esforzados obreros que con gran profesionalidad sostienen el tejido empresarial de una tierra en horas bajas. Los serranos del año son los marginados de cada pueblo, los que viven solos en sus casas languideciendo en las tristes y oscuras jornadas de los inviernos, bajo el peso de una enfermedad mental o de una culpa del pasado que les ha estigmatizado. Los serranos del año son las instituciones sociales, políticas y religiosas, como los centros de salud, las escuelas e institutos, las residencias de mayores, los ayuntamientos, las parroquias, las congregaciones religiosas? que con el trabajo del día a día atienden, educan, curan, instruyen, gobiernan, consuelan, evangelizan? a una tierra.

A todas estas personas les agradezco que hayan entrado en mi corazón durante ocho cortísimos años. Con ellos he vivido y de ellos he aprendido tantas cosas, que eso de ser "Serrano del año", a pesar de agradecerlo en su justa medida y de guardar en mi corazón el bello recuerdo de aquella jornada vivida en la Peña de Francia y en Dehesa de El Cabaco, quiero manifestar desde aquí, que es un título que me sobrepasa, que me sonroja y que me estremece.

Aquel día se lo dediqué a los verdaderos serranos del año que tanto me ayudaron a ser mejor persona y mejor sacerdote. Hoy, cuatro años después, además de felicitar a los serranos del años anteriores y posteriores (Fermín ya fallecido), quiero expresar una vez más mi agradecimiento a esta hermosa tierra que tanta huella ha dejado en mi corazón y felicitar de manera expresa a María Jesús Gutiérrez por su tarea de favorecer y potenciar la comunicación entre esta tierra entre sí y con el resto de la provincia.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...