Comunicar

Hay que reconocerlo: no siempre la culpa de la desinformación o de la manipulación informativa de las noticias sobre la religión y la Iglesia que aparecen en los diferentes medios de comunicación se deben a la "caza de brujas" que de manera programada y especialmente virulenta se "ceba" contra obispos, curas, monjas, parroquias, catequistas? No sería justo, ni honesto no descubrir detrás de todo ese escenario a malos actores, desmotivados y sin preparación para estar a la altura de las circunstancias. Y me estoy refiriendo a nosotros: los miembros de la Iglesia, que no sabemos estar con soltura cuando nos ponemos frente a una cámara o ante un micrófono, concediendo una entrevista o una rueda de prensa o haciendo unas puntuales declaraciones. A muchos de nosotros los medios de comunicación nos dan miedo y cuando salimos en ellos, salimos como con los efectos secundarios de una vacuna que nos ha protegido de los virus y eso se nos nota. No pronunciamos, no estamos sueltos, no estamos naturales, no transmitimos pasión, energía, alegría? Los profesionales de este rango, que tampoco tienen por qué saber teología, ni conocer todos los intríngulis propios de nuestras instituciones (que por cierto, tampoco son excesivamente fáciles como para ser explicados con un lenguaje ágil y convincente) muchas veces aprovechan nuestra incompetencia para ser ellos mismos incompetentes y el guiso final, con estos ingredientes, es el que todos sabemos: las más de las veces algo intragable, rozando con basura.

Conscientes de todo este drama y teniendo en cuenta que no todos somos el papa Francisco (el cual goza de unas cualidades innatas y fantásticas para el arte de comunicar), la Comisión Episcopal para los medios de comunicación social en colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca, lleva organizando desde hace bastantes años, diferentes cursos de verano para formar a los sacerdotes, seminaristas, religiosos? en todo este apasionante y maravilloso mundo de las comunicaciones sociales. Yo participo por segundo curso en el "Experto en comunicación social", que bajo el auspicio de la Fundación Amparo del Moral, quiere dotar a los sacerdotes y seminaristas que lo hacemos, de herramientas, conocimientos, estrategias, visión global? de todo este fenómeno amplio de la comunicación social. Es como un "maratón" de 20 días muy intensivos, distribuidos en dos cursos, durante la primera quincena de Julio. Por las aulas de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca van pasando en sesiones de entre dos a catorce, diferentes profesionales de la comunicación social, en cada uno de sus ámbitos y facetas: cine, radio, prensa escrita, redes sociales, publicidad, televisión, música, agencias de noticias, empresas privadas de comunicación religiosa, plataformas de comunicación religiosa institucional? Van pasando una selección de profesionales de lo mejor de la esfera nacional y un buen número de profesores de la casa y representantes de la Conferencia Episcopal Española. Todo un lujo.

Sirva esta sencilla columna, para agradecer a todos a cada uno de los responsables de este curso de experto. Resumiendo un elenco grande de nombres brillantes en dos personas: Ninfa Watt -que lo ha dirigido durante muchos años y ahora ha pasado el testigo a María Eugenia Polo. En ellas dos, un saludo de gratitud y admiración a todos los que lo hacen posible.