Países Bajos - Argentina: el astro albiceleste y el holandés de cristal

Este miércoles a las 22.00 horas tendrá lugar la segunda semifinal de este Mundial de 2014. Países Bajos y Argentina, dos grandes selecciones a nivel mundial, se disputarán la otra plaza de la final de Maracaná. El perdedor jugará el partido por el tercer y cuarto puesto contra Brasil.

Los holandeses, con Robben a la cabeza, están ansiosos por conseguir su primer Mundial, y más después de perder la última final del 2010 contra España. Su campeonato ha sido bueno y, a pesar de haber tenido dificultades en algún choque, han solventado bien los imprevistos y se encuentran entre los cuatro mejores.

Los argentinos también tienen muchas opciones y, con Leo Messi como referente, se espera que el astro aparezca como en las grandes noches y clasifique a su selección para la final. No habría mayor satisfacción que la de ganar un Mundial en casa del eterno rival.

El seleccionador Louis Van Gaal cuenta con todos sus efectivos, a expensas de que Robin van Persie pueda jugar finalmente, debido a unos problemas estomacales de última hora. Arjen Robben estará al frente y comandará lo que puede ser una noche histórica para los tulipanes. Wesley Sneijder puede ser clave. El técnico cuenta con la ausencia de Rafael van der Vaart, a quien perdió en el primer entrenamiento de concentración.

Sabella dispone de todos sus artilleros a la espera de Sergio Agüero. El Kun es duda porque no se ha recuperado del todo de sus molestias. No se sabrá hasta el último momento si estará disponible. Alejandro confía en que el Pipita, Di María y Leo tengan su noche. Argentina puede superar a la Canarinha en su Copa del Mundo.

Se juegan el todo por el todo

Tanto en las alineaciones como en las formaciones hay alternativas muy diferentes. Holanda se prevé que saldrá más a por el partido, a presionar y a tener el balón para intimidar, poco a poco, a los albicelestes. Argentina, por el contrario, se espera que aguante atrás con el objetivo de recuperar el balón y sacarlo jugado a la contra.

Los europeos van bien por arriba, tienen gente más alta y con más envergadura. Por el contrario, los blanquiazules prefieren el juego de toque, a pesar de que les falte un organizador nato en el centro del campo. La lucha por cada balón será muy reñida y la resolución del partido puede estar en los detalles de los cracks.

En la final ya esperan los alemanes. El haber llegado hasta unas semifinales de un campeonato de este calibre, en caso de derrota, no se puede considerar un fracaso para ninguno de los dos conjuntos. Ambos quieren y tienen la obligación de ganar; es una oportunidad histórica. Está en juego la final de Brasil 2014, muy esperada entre los dos combinados.