En agosto del pasado año, a propuesta de los vecinos de El Cerro mediante la recogida de firmas, se aprobó por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento el nombramiento de Anselmo Santos como 'Hijo Adoptivo de El Cerro'. El alcalde Juan Carlos Garavís fue el encargado de entregarle en un acto público una placa conmemorativa de este nombramiento y ayer, aprovechando la presentación del libro de Julio Iranzo Ansóna 'El Zerro 1752', se le ha hecho entrega de la insignia del Ayuntamiento que quedó pendiente en aquella ocasión.

Anselmo Santos pasó parte de su infancia en El Cerro, cuando su padre era el médico del lugar, siempre guardó buenos recuerdos y numerosos amigos, y su trabajo como "contador de historias humanas" como a él le gustaría que se le recordara algún día, le llevó a escribir en numerosos periódicos, a participar en programas de radio y durante 14 años en televisión; nombrando a El Cerro siempre que tuvo ocasión.

Ahora vive en Salamanca, donde pasa sus años de jubilación colaborando con los medios de comunicación y aprovechando cualquier excusa para volver al pueblo del que se llevó recuerdos de correteos por calles empedradas, de candiles y carburos, y de su padre, que ya jubilado en Poveda de las Cintas, en la otra punta de la provincia, pasaba los veranos en El Cerro, manteniendo siempre el cariño por sus gentes.

Anselmo Santos ha dirigido unas palabras de agradecimiento a los vecinos tras la imposición de la insignia, él se considera "cerrúo" y lleva a este rincón de Salamanca en su mente y en su corazón. No ha olvidado que El Ágora donde ha recibido el nombramiento y el galardón, hoy una sala polivalente del pueblo, fue en su infancia el edificio de las escuelas, donde su maestro, Manuel Acera, le enseñó muchas de las cosas que tanto le han servido a lo largo de su vida, aunque también recuerda la regla con la que alguna vez le castigó, sin embargo él dice de ella que le encauzó los sentimientos.

Ha destacado la excepcionalidad de El Cerro por su fauna y por su flora, pero sobre todo porque para él es el lugar de los silencios infinitos, como el que se escucha en el Hoyo de Hornacinos, un paraje especial para Anselmo Santos del que siempre recuerda "el eco que te devuelve el silencio de tu voz".

'El Zerro 1752' de Julio Iranzo Ansón

En este acto también se ha presentado el libro de Julio Iranzo Ansón 'El Zerro 1752', basado en Las Respuestas Generales del catastro del Marqués de la Ensenada, el primero que se hizo en España en tiempos de Fernando VI, con el que trataron de cambiar los antiguos e injustos impuestos medievales por otros en los que los nobles y la clase eclesiástica también aportaran.

Surgió entonces una 'Contribución Única', mediante un Decreto de 1749 se estableció, para toda la Corona de Castilla, un cuestionario de cuarenta preguntas cuyas respuestas fueron recogidas por funcionarios del Estado con el que se averiguaban los bienes, propiedades, oficios, rendimientos de los ganados, etc y con esa información se puso una contribución basada en las riquezas de cada uno.

Unos documentos de gran valor histórico para El Cerro, que ahora Iranzo ha recogido en este libro del que es autor, además de miembro de la Fundación Historia y Cultura de El Cerro de la que Román Figueruelo es el director y que está llevando a cabo una importante labor documental que se edita mensualmente en un boletín iniciado por esta fundación el pasado mes de marzo.