Miguel-Manso: “Venir a Salamanca es una oportunidad que no quería perder”

Miguel Manso nació y vivió en un entorno urbano hasta hace 3 años, cuando decidió emprender el éxodo urbano y cambiar Lisboa por un pequeño pueblo del concejo de Sertã, en el bajo Pinhal Interior, en el centro de Portugal. Dejó el ruido y el movimiento para habitar, junto con su familia, la casa de sus antepasados, que había empezado a decaer hacía más de veinte años, cuando se quedó sin moradores; las casas caen en la ruina con la soledad, pero nunca se deprecian con la presencia.

Como Miguel no se siente cómodo hablando sobre sí mismo ante un público tan atento como el de esta tarde en la Casa de las Conchas, niega la mayor, y dice que no es poeta. Debe ser que no se siente sólo poeta. En su día a día parece hacer muchas cosas diferentes a las de escribir poemas, cosas más prosaicas pero no menos buenas como arrancar las malas hierbas del huerto, arreglar un mueble, impartir una clase de kárate o dar de comer a las gallinas. Cita entonces a Agostinho Da Silva, pensador portugués, cuando decía que "poeta es aquel que no llegó a ser pirata".

Reconoce que haber decidido irse a vivir a la "Casa del Gigante" ha dado los frutos del silencio y la quietud. Tiempo y espacio para acompañar a unos textos con la valentía y la humildad suficientes como para que sea Miguel-Manso quien les sigua a ellos, siempre a favor de ellos y, si fuera preciso, en contra del propio Miguel. Poeta obediente.

Fluyendo a sotavento descendió con unos amigos el río Zêzere y después el Tajo hasta Lisboa en una balsa. Su padre y unos primos habían hecho lo mismo en 1969. Este viaje paterno evocó a Miguel-Manso la escritura de "Bibliografía", un poema inspirado también en las grandes hazañas portuguesas de navegación durante los siglos XVI y XVII. Recordando esa literatura épica de "Os Lusiadas" y esos grandes viajes por los mares y océanos, se subieron a la balsa un poeta y unos músicos para navegar, no por los mares, sino por dos ríos portugueses, hasta el Cais do Sodré, en Lisboa. Su hermano João Manso hizo ese mismo viaje al tiempo que ellos, pero a barlovento, para poder filmarles. Así, de viajes presentes y pasados y de poemas, surgió el documental "Bibliografía" (2013), producido por los dos hermanos Manso.

"La Casa del Gigante" es como se llama la casa en la que viven Miguel y la familia que ha formado, pero es también una residencia para artistas, en la que recibir a todo aquel que necesite silencio y espacio para crear o para terminar sus trabajos. El nombre de la casa viene del mote familiar, pues al bisabuelo que construyó la casa lo llamaban "Gigante" en el pueblo.

Ellos mismos se encargaron de la rehabilitación de la casa, sabiendo que no sólo querían vivir allí, sino ser aceptados por el medio y participar en él. Contribuyen con proyectos culturales que pretenden incluir a toda la comunidad, como un Maratón de Lectura con 24 horas de lectura ininterrumpidas de poemas o talleres de escritura.

Miguel Manso (Santarém 1979) comenzó a escribir poesía pasada la veintena, casi con treinta publicó su primer libro de poemas y en estos pocos años su trayectoria poética ha destacado a nivel nacional. Hugo Milhanas Machado, en su presentación en la Casa de Las Conchas este fin de semana, ha dicho de él que es "cumbre de nuestra poesía en el momento actual" y califica la obra de Miguel-Manso como "poesía de referencias cruzadas".