Yo sí tengo miedo

No escribo para criticar el slogan creado frente al atentado de Barcelona, especialmente si ayuda a afrontar la vida después de semejante barbaridad humana.

Pero quiero adoptar otra perspectiva, la de la toma de conciencia de lo que puede llegar a hacer un ser humano. En efecto, los humanos somos potencialmente muy peligrosos.

Somos una amenaza para la vida sobre la tierra, nuestra casa común. Tenemos el riesgo real de dejar a nuestros nietos y nietas "la tierra quemada". ¿Hay un disparate mayor que estemos haciendo?

Nuestra capacidad de experimentar e investigar es asombrosa, pero no podemos asegurar que muchos de los inventos no se vuelvan contra nosotros. La energía atómica, con miles de bobas disponibles, ¿qué uso estamos pensando hacer? Usted puede hacer un listado de los riesgos de nuestros inventos. Recuerdo un slogan en mi tiempo de mili: "si quieres la paz, prepara la guerra". ¿No es para tener miedo?

¿Y las investigaciones sobre el genoma humano y la posible manipulación genética? ¿Lo usaremos solo para evitar enfermedades o tendremos la tentación de construir seres humanos a nuestro servicio?, ¿una nueva clase de esclavos u obreros diligentes y sumisos?

Nuestra especie se ha creído el centro de la creación, incluso buena parte de ella cree que Dios se ha hecho hombre, creencia muy respetable, no deseo molestar a nadie. Con frecuencia se considera que solo hay un Dios verdadero, el nuestro, un libro sagrado, el nuestro, y una un iglesia verdadera, la nuestra, con un Papa infalible. Y eso les pasa también a otras religiones monoteístas. Es así como declaramos infieles a los demás humanos y usamos a los animales a nuestro antojo.

Somos una especie que se hace preguntas que no podemos responder, crea artificios que no estamos seguros de cómo vamos a usar. Y encima ponemos a Dios siempre de nuestra parte.

Tenemos un cerebro y un mundo emocional que podemos cuidar y educar con resultados maravillosos, casi utópicos, como han demostrado tantas personas a lo largo de la historia. ¿Qué listado haría usted de aquellas personas que han resultado ser seres humanos admirables por su bondad, su inteligencia emocional y social, su solidaridad, su forma de amar, como consiguen hacerlo tantas madres y padres, por ejemplo? Vale la pena dedicar un tiempo a hacer este listado de personas, grupos o asociaciones, justo para sabernos dignos y buenos, para no desanimarnos cuando ocurre lo que acabamos de vivir.

Pero hemos de saber, tener en cuenta, ser muy conscientes que los seres humanos somos una especie que hemos luchado, conquistado y asesinado en nombre de la familia, la tribu, le país, la raza y Dios. Tenemos un corazón que puede amar u odiar, o ambas cosas a la vez; unas manos que podemos usar para estrangular o acariciar, o ambas cosas a la vez. Los nazis podían ser muy tiernos y cariñosos con sus hijos, por ejemplo. ¿Cómo se imagina estos terroristas con sus hermanos, sus padres y sus abuelos?

Podemos ser muy peligrosos o santos, muy mezquinos o héroes solidarios.

¿De qué depende? De la herencia en algunos casos, pero casi siempre de la crianza y la educación. Solo la familia, la escuela, la cultura y sociedad de cada pueblo puede conseguir que las personas usen su corazón para amar, sus emociones para empatizar, sus manos para acariciar y su mente para planificar una vida más justa para todos, con una ética cósmica en la que nos sintamos hermanos, todos los grandes profetas y luchadores por los derechos civiles nos han dicho que el secreto es la fraternidad, cuidando la tierra que es nuestra casa común y soñando con utopías que podríamos hacer realidad. Pero para ello, es también necesario tener miedo, ser conscientes de que cada criatura que nace es un reto, ¿qué acabará haciendo?