Una iniciativa de la mirobrigense Loly Marcos arraigada a las Teresianas
La Virgen del Pilar de Zaragoza ha lucido este 23 de diciembre un manto singular, bordado con el escudo de Ciudad Rodrigo, que miles de fieles pudieron contemplar a lo largo de la jornada en la basílica del Pilar. Un gesto cargado de simbolismo que unió, por un día, la devoción mariana aragonesa con la identidad mirobrigense.
La iniciativa partió de Loly Marcos, natural de Ciudad Rodrigo, mujer profundamente vinculada a la familia teresiana. No en vano, su hija, Guadalupe Hoyos, es actualmente Delegada General de Formación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, y fue ella quien acompañó a su madre en este momento junto a un grupo de religiosas teresianas residentes en Zaragoza.
A sus 83 años, Loly Marcos asumió el reto de confeccionar el manto de manera artesanal, fiel a una vida entera dedicada al bordado. El trabajo minucioso, paciente y silencioso de sus manos culminó en una pieza que no solo es fruto de la destreza, sino también de la fe y la entrega personal. Para ella, ver a la Virgen del Pilar revestida con el manto ha supuesto un honor difícil de expresar con palabras, una culminación íntima de toda una trayectoria vital.
Aunque la Virgen lo ha lucido en esta ocasión concreta, no se descarta que el mantón vuelva a ser utilizado en otros momentos del año, ya que el ajuar de la imagen se renueva diariamente. Así, el escudo de Ciudad Rodrigo podría volver a asomarse, de forma discreta pero elocuente, al corazón espiritual de Zaragoza, recordando el vínculo entre tradición, devoción y trabajo artesano que atraviesa generaciones.