La vicerrectora de Cultura de la USAL protagoniza el pregón de una jornada marcada por la tradición, la gastronomía y la convivencia vecinal
Galinduste ha vivido esta mañana una de sus citas más arraigadas con la celebración de la matanza típica, que ha arrancado a las 11:00 horas con el acto de inauguración oficial. El evento cuenta con el pregón de doña Matilde Olarte Martínez, vicerrectora de Cultura, Patrimonio, Sostenibilidad y Desarrollo de Campus de la Universidad de Salamanca, quien además es nombrada Matancera de Honor, un reconocimiento que el municipio concede a personas vinculadas con la cultura y el ámbito social.
El acto inaugural incluye las palabras del alcalde de Galinduste, José Lucas, quien agradece la implicación de todas las instituciones, asociaciones y vecinos que hacen posible que esta tradición se mantenga viva año tras año, convirtiéndose en un punto de encuentro para la localidad y para quienes se acercan a compartir la jornada.
En su pregón, Matilde Olarte expresa su agradecimiento por la invitación y subraya el carácter especial de la matanza como una fiesta ligada a la felicidad colectiva. En su intervención reflexiona sobre el concepto de felicidad, apoyándose en las teorías del profesor de Harvard Arthur Brooks, a quien cita para explicar que la felicidad se construye a partir del disfrute, la satisfacción y el sentido. En este contexto, la pregonera destaca que la matanza tradicional reúne todos esos elementos: el trabajo comunitario, la transmisión oral del conocimiento entre generaciones, la música popular y el aprovechamiento completo del cerdo como símbolo de sostenibilidad y de cultura popular.
Olarte pone en valor la dimensión social de la matanza, recordando cómo durante generaciones esta jornada ha servido para crear lazos entre vecinos, compartir saberes y celebrar la vida cotidiana, lejos de ideales de felicidad perfecta y más cerca de una felicidad real, construida paso a paso y en compañía.
Tras el acto institucional, la jornada continúa con su vertiente gastronómica. Comenzando con el chamuscado del cerdo y su despiece a cargo de Roberto Sánchez. A partir de las 12:00 horas, los asistentes pudieron disfrutar del tradicional hígado encebollado, uno de los platos más esperados de la matanza.
La matanza típica de Galinduste vuelve así a demostrar su capacidad para unir tradición, cultura y convivencia, consolidándose como una celebración que va más allá de lo gastronómico y que reivindica el valor de las costumbres compartidas.