COAG Salamanca denuncia que el valor de venta ha bajado hasta los 3,5 euros, igualando los costes de producción y poniendo es riesgo la viabilidad de las explotaciones, en un escenario marcado por la falta de relevo generacional
La apicultura profesional en Castilla y León se encuentra en una situación límite. Los datos presentados este lunes durante la vigésimo séptima edición de la Jornada Apícola de COAG Salamanca dibujan un panorama desolador para el sector: a una drástica caída productiva del 70 % en el último año se suma un desplome en el valor de mercado de la miel, que coloca a muchas explotaciones al borde de la inviabilidad económica.
El encuentro, celebrado en la capital del Tormes bajo el título 'Claves fundamentales para la Apicultura Profesional', ha reunido a más de un centenar de profesionales que han escuchado las cifras de la crisis de boca del presidente de COAG Salamanca, José Manuel Cortés. Según la organización, los precios de venta han descendido desde una media histórica de 5 euros hasta situarse en una horquilla de entre 3,5 y 4 euros por kilo.
Esta bajada de precios resulta especialmente asfixiante porque iguala los costes de producción, que el sector cifra también en torno a los 3,5 euros por kilo. "Los apicultores están vendiendo prácticamente a precio de coste", ha alertado la organización, señalando una paradoja de mercado donde la escasez de producto no ha servido para repuntar su valor.
La organización agraria ha identificado cuatro factores principales que conforman lo que han denominado un "cuarteto crítico" para la supervivencia de la actividad:
Rafael Cañete, responsable apícola de COAG Salamanca, ha sido contundente respecto al valor insustituible de los apicultores locales frente a la competencia extranjera: "Podrán importar mieles baratas del exterior, pero la polinización no podrán hacerla".
A pesar de las cifras negativas, la inauguración de la jornada ha servido para reivindicar la potencia del sector en la provincia. La subdelegada del Gobierno en Salamanca, Rosa López Alonso, ha calificado la apicultura como un sector "estratégico", recordando que Salamanca lidera el ranking nacional en número de colmenas. "Esta posición de liderazgo no es casual y refleja la dedicación y el buen hacer de un gran número de empresas y profesionales", ha destacado.
López ha recogido el guante de las reivindicaciones sobre el relevo generacional y las dificultades climáticas, asegurando que el Gobierno está dispuesto "a escuchar y a intentar poner solución dentro de nuestras competencias". En este sentido, ha puesto en valor la Intervención Sectorial Apícola 2023-2027, financiada con fondos europeos y estatales para mejorar la competitividad, así como el programa de vigilancia de pérdidas de colonias impulsado por el ministerio.
La subdelegada ha querido dimensionar el impacto económico de las abejas más allá de la miel, citando un informe de Greenpeace que valora la polinización en la agricultura española en más de 2.500 millones de euros. "Ustedes están produciendo un gran beneficio a la humanidad al mantener uno de los insectos polinizadores más importantes que existen", ha afirmado, recordando que son responsables del 75 % de los cultivos mundiales.
La jornada técnica también ha arrojado luz sobre posibles soluciones científicas y ayudas recientes. Salomé Martínez Morcillo, investigadora de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura, ha presentado un estudio que demuestra que el uso de suplementos de molibdeno en las colmenas logra reducir la mortalidad de las abejas en un 44 %, casi la mitad.
Por su parte, la administración regional ha estado representada por Rubén Serrano Fernández, director general de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta, quien ha informado sobre el apoyo prestado tras los incendios del pasado verano. Su departamento distribuyó 70.000 kilos de alimentos en las cinco provincias afectadas, una medida que permitió atender las necesidades nutricionales de 14.000 colmenas pertenecientes a cerca de 200 apicultores.
El acto ha contado también con la participación de Sandra Santos, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA); Estanislao Fidalgo, de la Junta de Castilla y León; y Federico Casillas, de laboratorios CALIER, así como la mención especial de la subdelegada a la creación de un título propio de apicultura en la Universidad de Salamanca como ejemplo de apuesta por la formación.