El montaje contó con un prólogo en el que se relató la ‘historia de amistad’ entre el Teatro Nuevo y varios amigos agradecidos con el mismo
Con una buena entrada de público, que aplaudió muchísimo a los protagonistas, el Teatro Nuevo Fernando Arrabal de Ciudad Rodrigo fue escenario en la tarde dominical del estreno completo (ya se había podido ver parcialmente en mayo en la Catedral de Santa María y en junio en El Maíllo) de Peregrinos de Esperanza, el montaje creado por el sacerdote Juan Carlos Sánchez al hilo de la conmemoración del Jubileo de la Esperanza por parte de la Iglesia Católica.
La tarde se abrió con un prólogo (que acabó durando 50 minutos), en el que se relató –según se explicó al inicio- la “historia de amistad entre el Teatro Nuevo y varios amigos agradecidos” con el lugar, con motivo de su 125 Aniversario. Este prólogo arrancó con una interpretación por parte de Juan Carlos Sánchez, tras lo cual fueron pasando por el atril varias personas, cada una de las cuales relató eventos que han protagonizado en el propio Teatro.
En orden cronológico, Javier de Prado evocó representaciones del grupo Nuestro Seminario (en especial una a favor de Manos Unidas en 1993), varias de las cuales se recrearon; Manuel Jesús González recordó la creación de Civitas Animación Teatral y de la Feria de Teatro, un montaje de Arrabal en la Iglesia de San Agustín, y el cambio de nombre del Teatro Nuevo; Pablo Moreno, galas benéficas organizadas en 2013, 2014 y 2015, las proyecciones cinematográficas, el Festival de Cine, y el pregón de la Semana Santa 2018; Rosa María Sánchez, los pregones de Juan Carlos Sánchez para el Martes Mayor 2018 y la Puerta del Desencierro en 2024; y Jesús David Fernández, otra representación del grupo Nuestro Seminario en 1993.
En definitiva, se expuso que todo ello era “historia viva del edificio”, a la que se sumaba desde la tarde dominical la representación de Peregrinos de Esperanza, en la que se unen “fe y cultura”, buscando “comprometer a los jóvenes con el Jubileo”.
En este sentido, el montaje estuvo encabezado por alrededor de una quincena de jóvenes, con Francisco Javier Cuadrado González y Raquel Mielgo Anciones en los papeles principales de Juan y Angeline. El primero de ellos es un joven español que alcanza el Camino de Santiago desde la Ruta de la Plata (tras haber participado en la Batalla de las Navas de Tolosa), mientras que Angeline es una joven francesa que quiere visitar a sus familiares, constructores de catedrales.
El Camino les reserva grandes sorpresas, como su encuentro con Francisco de Asís, así como un asalto que les hace aparecer en pleno 2025, encontrándose con jóvenes de hoy en día (y sus familias), lo que depara varias situaciones que son la trama de la parte final.
Los otros jóvenes involucrados en Peregrinos de Esperanza, con diferentes niveles de intervención, fueron María Cuadrado González, Vega Merchán Martín, Iñigo Aparicio Arce, Rafael Sanabria Paniello, Valentino Velazco Ayuni, Adriana Pérez Castaño, Judith Pérez Garduño, Daniel Sanabria Paniello, Juan Andrés Cirján, Marc Sánchez Martín, Lola Torres López, Alexia Martín Gil, Gema Aparicio Arce, Mónica Fernández Benito y Clara Mielgo Anciones.
En lo que respecta a adultos, aparecieron en algún momento dado sobre el escenario –con papeles más breves- Juan Carlos Sánchez Gómez, Alberto Hernández Martín, Alejandro Martín Cruz, Francisco Javier Encinas Romero, Jesús David Fernández, Pilar Salazar, y Irene Mielgo Barreña, así como Jesús Molinero Carpio en un vídeo (hubo varios –uno de ellos como guiño a la Feria Medieval- como complemento a la representación sobre el escenario).
Dentro del conjunto de 33 escenas del montaje, hubo un momento de oración, saliendo al escenario el sacerdote Fernando Sánchez Tendero, que ofreció su testimonio, al igual que se pudo ver en un vídeo los de Sor María Elisa y Mamen González Doncel (pertenecientes a la representación en mayo en la Catedral). Este segmento también incluyó una pieza musical que interpretaron en directo sobre el escenario varias de las jóvenes.
El conjunto del montaje Peregrinos de Esperanza contó con la amplia colaboración de la Coral Dámaso Ledesma, cuyos integrantes cantaron en varias ocasiones, repartidos por las plateas más cercanas al escenario, junto al cual estuvo tocando su director, Manuel José Gutiérrez. Durante la representación hubo en un momento dado un número de baile por buena parte de los jóvenes involucrados, que se repitió para cerrar la cita dominical en el Teatro, que acabó durando 2h.30’.