Ver galería


CAMPO
Actualizado 11/09/2025 14:21:20
Redacción

El presidente de Tierra Charra-La Moraña, Julián Juanes Fraile, desgrana las claves de un modelo de éxito basado en la seriedad y la confianza que ha llevado a la cooperativa, integrada en Grupo AN, a pasar de una treintena de socios a más de 410 en una década

Lo que comenzó en 2013 como la iniciativa de un grupo de agricultores de Peñaranda y La Armuña tras el fracaso de un proyecto anterior, se ha convertido en poco más de una década en una de las cooperativas más potentes de la región. Tierra Charra-La Moraña ha crecido de forma exponencial, pasando de la treintena de socios fundadores a los más de 410 que la conforman en la actualidad. Su presidente, Julián Juanes Fraile, desgrana en esta entrevista las claves de un éxito basado en la confianza, la seriedad en los pagos y una filosofía clara: el agricultor es siempre la prioridad.

Las claves del éxito: confianza y seriedad

El origen de Tierra Charra-La Moraña está en la experiencia directa. Tras una etapa anterior fallida, un grupo de agricultores decidió tomar las riendas y empezar un nuevo camino. La estrategia fue directa y honesta, basada en la cercanía. “Nos dedicamos a dar una charla por los pueblos y el éxito era que íbamos agricultores exclusivamente, sin abogados ni administrativos”, recuerda Juanes.

Esta proximidad, junto al respaldo de un aliado principal como Grupo AN, que aportó el capital inicial, cimentó la confianza necesaria. Sin embargo, para Juanes, el pilar fundamental es otro: “El éxito nuestro es la seriedad. Aquí somos muy serios, tenemos una fecha de pago que son los días 5 y 20, y eso es ejecutorio. Todavía no hay nadie que pueda decir que no se le ha pagado”.

Esta fiabilidad se complementa con una política de precios justa, que es el verdadero motor de la cooperativa. “El mayor beneficio siempre lo tiene que tener el agricultor. No queremos dar cifras de beneficios millonarios en la cooperativa; el céntimo o el euro de más que se pueda dar por tonelada, que vaya al agricultor”, subraya su presidente.

Una expansión estratégica por Salamanca y Ávila

El crecimiento en el número de socios ha ido de la mano de una expansión geográfica calculada para facilitar la logística a los agricultores. Partiendo de su sede principal en Peñaranda de Bracamonte, la cooperativa ha extendido su red de almacenes por puntos clave de la geografía salmantina y abulense.

La red de centros incluye:

  • En la zona de La Armuña: comenzaron con instalaciones alquiladas en Gomecello para después construir naves propias en La Vellés, apoyándose además en centros en Aldeanueva de Figueroa, Parada de Rubiales, La Orbada y Pitiegua.
  • En la provincia de Ávila: se consolidaron al adquirir las instalaciones de una antigua cooperativa en Madrigal de las Altas Torres y las de un almacenista que se jubilaba en Las Berlanas.

“La estrategia es facilitarle al agricultor llevar el grano a una zona próxima”, resume Juanes. El proyecto más inminente de la cooperativa es la construcción de un secadero de maíz en Poveda de las Cintas, una inversión que responde directamente a las necesidades de la nueva zona de regadío que se está desarrollando entre Peñaranda y Madrigal. “Vamos a dar servicio para el regadío, completamente para el maíz y el girasol, y además para lo que cultivan de secano”, detalla.

Las ventajas de ser parte de Grupo AN

Para Julián Juanes, la integración en Grupo AN, la mayor cooperativa cerealista de España, es una ventaja competitiva fundamental. Entre los beneficios concretos para el socio, destaca la dilución de los gastos, ya que el personal puede atender a varias cooperativas, y una crucial reducción del riesgo.

Como explica el presidente, ante un impago, la posible pérdida se reparte entre los 40.000 socios de Grupo AN en lugar de impactar solo en los 410 de Tierra Charra-La Moraña. A esto se suma el acceso a servicios inviables para cooperativas pequeñas y el retorno de beneficios que ofrece la diversificación del grupo en sectores como el hortícola, el cerdo o el pollo, garantizando que el conjunto siempre ofrezca un resultado positivo.

Los grandes desafíos del sector agrario

A pesar del éxito de la cooperativa, Juanes se muestra preocupado por la rentabilidad general del campo. “El desafío muy importante es que los costes de los insumos no nos dan. Este año tenemos muy buena cosecha, pero con los costes de producción, el beneficio se queda muy justo”, lamenta.

Critica también la situación de los aranceles, que considera injusta para el productor local: “A los abonos que vienen de fuera se les ponen aranceles, pero al cereal que viene de fuera no, y siempre paga el sector agrario”.

Frente a estos retos, la fortaleza del modelo cooperativo y el sentido de pertenencia se vuelven más importantes que nunca. Una filosofía que Julián Juanes resume en el mensaje que siempre transmite a sus miembros: “La cooperativa es suya”.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Campo
  3. >“El mayor beneficio siempre lo tiene que tener el agricultor, ese es nuestro éxito”