El presidente de la Federación Española de Criadores de Limusín (FECL), con sede en Salamanca, analiza las claves que han consolidado a esta estirpe como la de mayor censo de reproductoras a nivel nacional
La raza limusina no es solo una más en el campo español; es la auténtica referencia del sector vacuno. Así lo afirma Pedro Domecq Gandarias, presidente de la Federación Española de Criadores de Limusín (FECL), quien subraya que la estirpe lidera el censo de reproductoras a nivel nacional, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Para Domecq, el liderazgo de la limusina "no deja de ser el reflejo de lo que se ve en el campo". Este éxito se fundamenta en décadas de trabajo y mejora genética, un esfuerzo que la federación representa y coordina desde su sede central, ubicada estratégicamente en Salamanca.
El vínculo de la FECL con Salamanca siempre ha sido muy fuerte, consolidándose a lo largo de los años. "En un primer paso abrimos una oficina técnica en Salamanca, que trabajaba conjuntamente con las oficinas centrales en Madrid", explica Domecq. Con el tiempo, la delegación salmantina ganó peso hasta convertirse en el corazón administrativo de la organización.
"Nuestra sede está en Salamanca, con las oficinas centrales aquí, desde donde gestionamos a las más de 1.200 ganaderías de toda España", detalla el presidente. La provincia charra, por sí sola, cuenta con un número significativo de criadores inscritos, superando los 60 ganaderos.
El momento actual del sector vacuno es "muy bueno, sobre todo en cuanto a precios", una coyuntura que, según Domecq, "arrastra evidentemente el momento de los ganaderos de limusín". Pero más allá del mercado, la fortaleza de la raza reside en sus características intrínsecas, que la convierten en una opción altamente rentable para los profesionales.
El presidente de la FECL enumera los motivos que han afianzado a la limusina como la estirpe dominante, entre los que destacan su fertilidad y facilidad de parto, cualidades que reducen complicaciones y mejoran la productividad de las explotaciones; su rusticidad, que se traduce en una gran capacidad de adaptación a los diversos modos de cría y comercialización en España; su alto potencial de crecimiento, ya que los animales muestran un desarrollo rápido y eficiente; la alta reposición en cebo, un factor clave para la rentabilidad en el ciclo de producción; y un gran rendimiento de canal, que maximiza el aprovechamiento cárnico, un aspecto muy valorado en la industria. "En fin, todo ello la convierte en una raza rentable. De ahí nuestro slogan: ‘Limusina, raza para ganar!’", concluye Domecq.
La labor de la federación va más allá de la gestión del libro genealógico y la mejora genética. Un pilar fundamental es la promoción activa de la raza y sus productos para mostrar el trabajo de los ganaderos y divulgar las virtudes de la carne de limusín entre el público general.
Entre sus iniciativas, destacan la organización de subastas de Sementales Reproductores Jóvenes con todas las garantías sanitarias y pruebas de fertilidad, así como acciones solidarias, como la puja de productos cárnicos de alta calidad para recaudar fondos con fines benéficos.
Además, la FECL ha puesto en marcha un "proyecto ilusionante" para llevar la carne de limusín directamente al consumidor final, promocionando productos como las hamburguesas de vaca limusina Premium madurada. Una estrategia que busca conectar al productor con el consumidor y poner en valor la calidad de una raza que reina en el campo español.