El ganadero salmantino Roberto Tabernero logra el hito de conseguir el campeón y subcampeón de machos jóvenes, un logro "impresionante" que culmina un año de trabajo y sacrificio.
La emoción contenida durante meses de trabajo y sacrificio se desbordó este viernes en la nave de charolés de Salamaq. El ganadero salmantino Roberto Tabernero ha visto cómo su esfuerzo se convertía en un hito histórico al conseguir no solo el premio al campeón, sino también al subcampeón en la categoría de machos jóvenes del XXXVI Concurso Nacional de Charolés. Un doblete extraordinario protagonizado por dos ejemplares imponentes, 'Quejoso' y 'Romano', que han situado a su ganadería en la cima de la élite nacional.
Para Tabernero, la victoria ha tenido un sabor especial, casi indescriptible, según manifestaba a SALAMANCArtv AL DÍA apenas unos minutos después de conocerse la decisión del jurado. Aunque su explotación está acostumbrada a pisar el podio, este logro supera todas las expectativas. "La verdad es que hace ilusión porque encima este año es cosa doble. Hemos tenido campeón y subcampeón de machos jóvenes", confesaba con la voz todavía teñida por la emoción del momento.
La gesta no es un golpe de suerte, sino la culminación de una trayectoria de excelencia. "Hace dos años tuvimos también un campeón, hace cuatro un subcampeón...", recuerda. Sin embargo, la magnitud de este doblete es diferente. "Tener dos animales en esta final, en el campeonato de España, pues es muy complicado a día de hoy", explica, subrayando la dificultad de la hazaña. "Que te quede uno bien, pero ya cuando te quedan los dos es una emoción para la ganadería impresionante", añade.
El gran protagonista de la jornada ha sido 'Quejoso', el ejemplar que se ha alzado con el título de Campeón de España. Con tan solo 21 meses de edad, este imponente charolés arrojó en la báscula un peso de 1.170 kilos, una cifra que da cuenta de su extraordinario desarrollo. Sin embargo, no ha sido solo su tamaño lo que ha conquistado al jurado tras una competición muy reñida.
Según relata el propio ganadero, los jueces destacaron en 'Quejoso' un conjunto de cualidades que lo convierten en un animal casi perfecto, valorando que es "un animal muy armónico, muy largo, muy bien pisado de aplomos, con una raza espectacular, buenas carnes, con buen grosor de carne...".
Un galardón de este calibre no solo supone un reconocimiento al prestigio de la ganadería, sino que también tiene un impacto directo y tangible en su futuro. "De cara a la ganadería repercute en muchas cosas, sobre todo, porque el estar ahí arriba hace que las ventas se aceleren", afirma Roberto Tabernero.
Más allá del crucial impulso comercial, el premio es una inyección de moral fundamental para seguir adelante en un trabajo que no entiende de horarios ni festivos. "Es una ilusión para la ganadería y una ilusión para nosotros, los que estamos trabajando todo el día del año, los 365 días. El llegar aquí es una ilusión", subraya, poniendo en valor el factor humano detrás del éxito.
Ganar en cualquier plaza es importante, pero hacerlo en casa, en Salamanca y ante tu gente, multiplica la satisfacción. Para Roberto Tabernero, haber logrado este doblete histórico en Salamaq ha sido la guinda del pastel.
Este triunfo en Salamaq cierra un círculo perfecto, el de un año entero de dedicación que ahora recibe la recompensa más alta posible. Con 'Quejoso' y 'Romano' como estandartes, su ganadería no solo ha hecho historia, sino que ha demostrado que la excelencia y la pasión siguen siendo la fórmula del éxito en el campo salmantino.
FOTOS: David Sañudo