El campo de Salamanca registra una cosecha de cereal un 20% por encima de la media, pero la rentabilidad es casi nula. Según denuncia ASAJA, los bajos precios y los altos costes de producción dejan un beneficio de apenas 30 o 40 euros por hectárea, poniendo en riesgo la viabilidad futura del sector ante la amenaza de recortes en la PAC
El campo salmantino vive una profunda contradicción. Las cosechadoras recogen una producción de cereal histórica, fruto de una climatología favorable, pero la alegría de la abundancia se desvanece al mirar las lonjas y las facturas. En una entrevista concedida a Salamanca RTV al día, Juan Luis Delgado, representante de ASAJA Salamanca, ha detallado la compleja realidad de una campaña de siega marcada por una producción excepcional y una rentabilidad casi inexistente.
La cosecha de este año es, en términos de volumen, un éxito rotundo. "En términos generales la producción es bastante superior a la media", confirma Juan Luis, quien estima que se trata de "una producción, pues quizá un 20 por 100 por encima de la media". Este resultado se debe a un ciclo de precipitaciones bien distribuido que ha beneficiado el desarrollo de los cultivos.
La cantidad ha venido acompañada, en gran medida, de calidad. "Principalmente los cereales más tempranos sí tienen buena calidad", señala el experto de ASAJA. Sin embargo, el clima no ha sido igual de benévolo para todos los cultivos.
Los trigos, de ciclo más tardío, han sufrido el impacto de los picos de temperatura. "Se han mermado un poco los trigos con esa ola de calor primera que hubo en mayo. Esa hizo que se mermasen algo y se perdiese, porque la parte de producción también, pero en términos generales sí que es buena calidad", matiza.
Aquí reside la clave de la preocupación del sector. La excelente oferta de grano choca frontalmente con unos precios de mercado decepcionantes que no cubren los gastos asumidos durante todo el año.
"El problema lo tenemos en los precios de partida que estamos teniendo. Son precios muy bajos en relación a los costes de producción", lamenta Juan Luis. Explica que el verdadero obstáculo es la escalada de los insumos: "A lo mejor los precios serían buenos si los costes no fuesen los que son, principalmente los costes de semillas, fertilizantes y maquinarias".
La ecuación resultante es desoladora y pone cifras a la crisis de rentabilidad. Incluso en un año de cosecha récord, el margen es mínimo. "Con más de 4.000 kilos de producción, pues no tenemos más que 30 o 40 euros de beneficio por hectárea", revela el representante de ASAJA. Un rendimiento casi simbólico para el esfuerzo y el riesgo invertidos.
La inquietud va más allá de la campaña actual y se proyecta sobre la próxima siembra. Desde la organización agraria advierten de la dificultad de que se repitan unas condiciones tan favorables. "Un año como este es muy difícil volver a tener una producción como las que tenemos", alerta Juan Luis.
El cálculo a futuro es alarmante. Si con una cosecha excepcional el beneficio es exiguo, una campaña normal abocaría a pérdidas. "Un año que tengamos la producción normal, que tan solo a los 3.500 [kilos] se mediana, pues no, no hay beneficio, hay pérdida", sentencia.
En este frágil escenario, las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) se vuelven más vitales que nunca. Sin embargo, las noticias que llegan desde Bruselas agravan la incertidumbre.
ASAJA recuerda su exigencia histórica de que, para cultivos como el cereal donde no se alcanza una rentabilidad suficiente, "tendrían que dotar de unas ayudas para poder seguir manteniendo la producción". La respuesta de la Unión Europea, sin embargo, ha sido un jarro de agua fría. "Vemos el recorte que ya esperábamos, un recorte considerable en la propuesta de la Comisión Europea", señala con preocupación Juan Luis.
Esta reducción presupuestaria, sumada a la "guerra comercial" y los posibles aranceles a productos esenciales como los fertilizantes, dibuja un futuro muy complicado para un sector que, en comparación con otros, atraviesa su peor momento. "La ganadería en general está bastante bien. Pero el cereal, el cereal es el peor sector ahora mismo", concluye.