La conmemoración incluyó una peregrinación desde la Iglesia de Cerralbo hasta la Catedral de Santa María
Horas después de haber llevado a cabo la conmemoración en el Arciprestazgo de Abadengo, la Diócesis Civitatense continuó en la mañana del sábado, en este caso con la cita correspondiente al Arciprestazgo de Ciudad Rodrigo, con su ronda de celebraciones del Año Jubilar de la Esperanza de la Iglesia Católica en los distintos arciprestazgos diocesanos.
La celebración en el Arciprestazgo de Ciudad Rodrigo tuvo como punto de encuentro la Iglesia de Cerralbo, donde se dieron cita todos aquellos fieles que quisieron, entre ellos representantes de cofradías mirobrigenses (incluidas varias de Semana Santa), religiosas de distintas congregaciones, integrantes de movimientos como la Adoración Nocturna, Vida Ascendente, la Asociación de la Medalla Milagrosa, Emaús o Radio María, así como un amplio grupo de jóvenes de Shekinah.
La conmemoración de la mañana del sábado fue presidida por el Obispo José Luis Retana, quién para empezar ofreció una oración inicial y una meditación. A continuación, fue turno para una celebración del Sacramento de la Penitencia, de tal modo que, tras unos rezos guiados por Ángel Martín Carballo, todos aquellos que quisieron pudieron confesarse individualmente en distintos puntos de la Iglesia de Cerralbo con el Obispo y los sacerdotes (asistieron la práctica totalidad de los asignados al Arciprestazgo, cuyo arcipreste es Efraín Peinado).
Una vez obtenido el perdón, todos los presentes fueron hasta la Catedral de Santa María en peregrinación, yendo en la parte delantera un monaguillo con el incensario, varios jóvenes de Shekinah portando un crucificado, estandartes de distintas cofradías y otros movimientos, y banderolas de cofradías de Semana Santa (La Soledad, Las Angustias, Jesús Nazareno y El Silencio). A partir de ahí peregrinaron los fieles, y como cierre de la comitiva, el Obispo y los sacerdotes.
La peregrinación tuvo como destino concreto el Pórtico del Perdón de la Torre de las Campanas de la Seo, siendo la llegada un poco enrevesada, ya que todavía no se habían marchado del lugar –iban con retraso- las motos participantes en el Encuentro de Vespas, que estaban aparcadas justo a los pies de la Torre de las Campanas (deprisa y corriendo se retiraron varias para dejar libre la entrada).
La comitiva se detuvo antes de cruzar el Pórtico, pasando al primer lugar el Obispo, quién cogió el crucificado que llevaban los jóvenes de Shekinah para entrar portándolo al templo. Tras el Obispo fueron accediendo el resto de los participantes, que se desplegaron por los bancos de la nave central de la Catedral, que prácticamente se llenaron. Hay que recordar que el altar sigue presidido, producto precisamente del Año Jubilar de la Esperanza, por la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración de la Cofradía del Silencio.
Antes de iniciarse la eucaristía en sí, hubo también una renovación del Sacramento del Bautismo, mediante la aspersión del agua bendita por parte del Obispo a todos los presentes. Tras ello, comenzó la misa, en cuya homilía el Obispo recalcó que “nos hemos reunido el Pueblo del Dios del Arciprestazgo” para conmemorar el Jubileo, invitando a los fieles (a partir de las lecturas del día) a que “no tengáis miedo; cada uno sois valiosos para Dios”.
Durante esa homilía, hizo hincapié en el grupo de jóvenes de Shekinah, incluido en la camiseta que llevan con el lema Al cielo se llega en equipo (Retana dijo que “me voy a comprar yo una para que me quite unos años de encima”). Los jóvenes de este grupo se encargaron de dar lectura a las peticiones y de acercar el pan y el vino para su posterior consagración. Ya como cierre de la celebración, el Obispo dio las gracias a todos los que habían asistido a “esta mañana tan hermosa”.