El Museo contará próximamente con una escultura de Venancio Blanco y una pantalla para ver a tamborileros tocando
Con el objetivo de “darle visibilidad” según la delegada de Turismo y Cultura, Belén Barco, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ha editado un folleto divulgativo del Museo del Tamborilero que está abierto desde la Semana Santa de 2024 en las dependencias del Seminario Diocesano San Cayetano, como heredero de la exposición Tamboril por Gaita que hubo previamente en el Palacio de Los Águila.
El propietario de las alrededor de 500 piezas que se muestran, José Ramón Cid Cebrián, explicó que se trata de un folleto que describe “de forma reducida y amena como está formado y presentado” el Museo. Así, en el folleto se explican los seis capítulos en los que está estructurado, que a la hora de la verdad están “entrelazados” en la sala donde se exponen todos los materiales, debido a cuestiones de espacio.
Esos 6 capítulos son: La figura del tamborilero en las representaciones iconográficas a través del tiempo, Algunos de los últimos tamborileros tradicionales de Salamanca, Tamboriles y gaitas en la tradición salmantina, Instrumentos tradicionales de música vinculados a la gaita y el tamboril, El tamborilero en las regiones de España, Europa e Hispanoamérica, y El tamborilero en el arte.
Como expresó José Ramón Cid Cebrián, este Museo está “vivo, lo hacemos poco a poco”, añadiéndose precisamente en la mañana del martes dos nuevos palos de danzar, labrados a punta de navaja con madera de pie de encinar. Asimismo, este Museo “único” (ya que no hay ningún otro dedicado en exclusiva a la figura del tamborilero) va a tener próximamente otras dos novedades.
Por un lado, según comentó José Ramón Cid, están “esperando que venga una escultura de Venancio Blanco” que ya formó parte de la exposición Tamboril por Gaita. Y por otro lado, se va a situar en el habitáculo existente en la sala una pantalla de vídeo en la que se proyectarán imágenes de tamborileros tocando (no sólo de Salamanca, sino también de Cáceres, País Vasco e incluso México), apuntando Belén Barco que “hay gente que no conoce cómo suena, y así se le da la oportunidad”.