Además de descubrirse la Sábana Santa, en la Plaza Mayor hubo una sencilla representación de la Resurrección a cargo del Grupo El Manantial
Siete años después de la creación de la procesión de las Cinco Llagas de Cristo por parte de la Ilustre Cofradía de la Santa Cruz, Ciudad Rodrigo volvió a estrenar a primera hora de la madrugada del Domingo de Resurrección un desfile: la procesión de la Sábana Santa de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración – Cofradía del Silencio, que ha estado dos años trabajando para ponerla en marcha.
El estreno en lo que se puede considerar todavía noche del Sábado (el desfile arrancó a las 0.30 horas) estuvo totalmente en el aire durante las horas previas por culpa de la lluvia, ya que cayó un notable chaparrón sobre las 22.00-22.30 horas. Sin embargo, como ha ocurrido con otras procesiones, el cielo se acabó calmando acercándose la hora del desfile, con lo cual se decidió llevarlo a cabo.
Tal y como había anunciado la Hermandad, la procesión arrancó dentro de la Iglesia de San Pedro-San Isidoro, es decir, los participantes en la misma ya salieron en fila desde allí. A diferencia de la Procesión del Silencio del Jueves Santo, en la que lucen capuchón rojo, en este desfile llevaron la cara descubierta, luciendo una capucha de color marrón (similares a las capellinas de estilo franciscano).
La comitiva fue abierta por un Cirio Pascual recién encendido en la noche del Sábado Santo, tras el cual aparecieron los tambores y numerosas banderas de la Cofradía, hasta llegar al incensario, que también fue sacado en este desfile. Casi detrás suyo (y antes del capellán, Ángel Martín Carballo, y del Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro), procesionó el elemento central, la reproducción de la Sábana Santa que ha sido creada por encargo de esta Cofradía, con las dimensiones del Cristo del Silencio, y atendiendo a su rostro.
La Sábana Santa procesionó en el marco en el que ha sido colocada, yendo situado ese marco en una posición inclinada en un bastidor portado por doce costaleros. La Sábana Santa fue tapada hasta su llegada a la Plaza Mayor, en la que entró por una Rúa del Sol totalmente a oscuras por un fallo eléctrico (no formaba parte de la puesta en escena, pero encajó a la perfección). En torno a este asunto, hay que apuntar que unos cinco minutos antes de arrancar la procesión hubo un apagón generalizado de luz que apenas duró un par de segundos.
En la Plaza Mayor, antes de proceder al descubrimiento, hubo una sorpresa, una representación de la Resurrección por parte de integrantes del Grupo El Manantial que llevan a cabo La Pasión. Esta representación contó con un pebetero con luz como Cirio Pascual, cuatro personajes como puntos cardinales de la Misión (representando a los evangelistas), y la interpretación de una canción desde la balconada de la Casa Consistorial.
El momento culmen de esta sencilla representación (que fue narrada por el alma mater de La Pasión, Juan Carlos Sánchez) fue el descubrimiento de la Sábana Santa, a cargo de dos personajes de La Pasión, el Ángel y María Magdalena, y de una mujer de luto.
Una vez descubierta la Sábana, comenzó a tocar con más fuerza la otra gran sorpresa de la velada, la Banda de Cornetas y Tambores Esperanza, que por primera vez desde su creación tocaba en el marco de un desfile procesional en Ciudad Rodrigo (hasta ahora solo lo habían hecho en otros lugares). Al tratarse precisamente de una cita histórica para ellos, tuvieron numerosos familiares y amigos acompañándoles, siendo el público principal del desfile junto a algunos familiares de los cofrades y a jóvenes de fiesta por el centro histórico.
Pese a que había riesgo de lluvia (al menos la temperatura no era mala), se decidió realizar el trayecto de la procesión que estaba previsto. Así, la comitiva abandonó la Plaza Mayor por La Colada, para seguir por General Pando, Plaza del Castillo, Sánchez Arjona, Velayos, Colegios, San Juan y Plaza Cristóbal de Castillejo.
En el tránsito de San Juan a la Plaza Cristóbal de Castillejo, se puso a llover, lo cual aceleró la introducción de la Sábana Santa en la Iglesia de San Pedro-San Isidoro, momento en el cual la Banda Esperanza interpretó una última pieza, tras lo cual recibió aplausos por parte de los congregados, que habían ido abriendo los paraguas que portaban.