Dentro de la ruta se pudieron contemplar buena parte de los pasos de la Semana Santa
Los templos de toda la Diócesis de Ciudad Rodrigo fueron celebrando a lo largo de la tarde del Jueves Santo la Misa de la Cena del Señor, una de las más trascendentes de todo el año para la Iglesia Católica, ya que en la misma se conmemora la institución de la Eucaristía, al mismo tiempo que se recuerda la última cena de Jesucristo.
Como es lógico, la cita más relevante tuvo lugar en la Catedral de Santa María de Ciudad Rodrigo, donde como ya es costumbre se lavaron los pies a representantes de las cofradías mirobrigenses. Antes de esa misa, de forma simultánea o bien a posteriori hubo celebraciones similares en buena parte de los templos de Ciudad Rodrigo, no sólo en las parroquias, sino también en lugares como la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados o en el Convento de las Carmelitas.
Finalizadas las misas, en cada uno de los templos quedó expuesto el Santísimo Sacramento para que fuese adorado en los emblemáticos Monumentos por todos aquellos fieles que quisieron. Aunque cayó un breve chaparrón sobre las 19.00 horas, el recorrido habitual de los fieles por los Monumentos se pudo llevar a cabo con tranquilidad meteorológica.
Dentro de esos monumentos, con diferentes grados de elaboración y diversas dimensiones, hubo un guiño al Año Jubilar de la Esperanza al menos en el Monumento de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Frente a esos Monumentos los fieles que quisieron rezaron, en algunos casos de forma colectiva como en la Catedral (donde estaba situado en una de las capillas), donde también se pudieron contemplar los pasos de Semana Santa que ya están allí.
En la galería se pueden ver –en este orden- los Monumentos del Convento de las Carmelitas, San Andrés, la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, San Pedro-San Isidoro (donde también se podían observar de cerca el Cristo del Silencio y la Sábana Santa), la Catedral, Nuestra Señora de Fátima y San Cristóbal. En parte de estos templos llevaron a cabo durante la tarde-noche del Jueves Santo la denominada Hora Santa.