El Reloj Suelto sonó en el momento de entrar La Borriquilla en la Plaza Mayor
Al suspenderse el Viernes de Dolores la procesión de La Dolorosa por las malas condiciones meteorológicas, Ciudad Rodrigo no disfrutó hasta la mañana del Domingo de Ramos del primer desfile en el marco de la Semana Santa 2025, que fue la procesión de La Borriquilla promovida por la Cofradía de Jesús Amigo de los Niños. Este desfile se pudo llevar a cabo sin problemas –salvo por el incidente para entrar en el recinto amurallado-, al estar el cielo totalmente tranquilo, primero nublado y posteriormente despejado (el sol llegó hasta ‘picar’).
La Borriquilla se puso en marcha con puntualidad en el Arrabal del Puente, tras la misa del Domingo de Ramos en la Parroquia de Santa Marina, cuyo párroco, Prudencio Manchado, tomó parte en la procesión –en el tramo final de la comitiva- junto a representantes de las otras seis cofradías de la Semana Santa Mirobrigense.
En la parte delantera, tras las habituales banderas de la Cofradía, marcharon los grandes protagonistas de esta procesión, un amplio grupo de niños con las palmas, muchos de ellos acompañados a los laterales por familiares. Junto a los niños que iban a pie, desfilaron otros cuantos cofrades aún más jóvenes en carrito, empujados por sus madres. En total, hubo algo más de 40 niños, una cifra ligeramente superior a la de los últimos años.
A continuación, marchó la Banda de Cornetas y Tambores de la propia Cofradía, y el paso de La Borriquilla. La procesión realizó el trayecto habitual, atravesando el Puente Mayor (escena que fue contemplada por unas cuantas personas desde La Batería de La Muralla), y subiendo por Nogales Delicado hacia La Colada, que subieron al completo hasta la Plaza Mayor, donde se contó con la narración de Manolo Peláez, quién se encargó de dar lectura al Evangelio de este Domingo de Ramos.
Una vez toda la procesión estuvo extendida en la Plaza (a la que entraron mientras sonaba el Reloj Suelto), varios de los niños subieron a la balconada de la Casa Consistorial, para dar lectura a las habituales peticiones. Como es costumbre, desde esa balconada se invitó a los presentes a agitar las palmas y los ramos de laurel que portaban.
A continuación, y mientras sonaba de nuevo el Reloj Suelto, La Borriquilla salió de la Plaza por la calle San Juan, avanzando por Colegios, Velayos y Sánchez Arjona para volver a pasar por la Plaza Mayor, atravesándola hacia Julián Sánchez y siguiendo por Cardenal Pacheco para acabar alcanzando la Catedral de Santa María.
En esta ocasión, no se fue hasta la Plazuela de Herrasti para la habitual foto de familia de la Cofradía, sino que estas imágenes para el recuerdo se acabaron haciendo, por grupos, junto a la Puerta de las Cadenas por la cual La Borriquilla fue introducida en la Seo, tras ser despedida por su Banda de Cornetas y Tambores.