Centenares de mirobrigenses procesionaron la figura del obispo mártir hasta las puertas de convento y ser devuelto a la parroquia del poblado de Sanjuanejo
La soleada mañana del lunes 3 de febrero fue propicia para que varios centenares de mirobrigenses cumplieran con la tradición de honrar a San Blas, una fiesta muy arraigada en la población y que en la tarde, se convertirá en romería para la compra de las 14.000 gargantillas que ya están a la venta a las puertas de la parroquia de San Juan Bautista en el anejo mirobrigense de Sanjuanejo.
Tras encender la noche anterior la tradicional hoguera, los actos solemnes comenzaron a las doce de la mañana con una concurrida procesión que salió de la iglesia del poblado hasta las puertas del antiguo Monasterio de la Caridad; lugar donde se ubicaba la imagen hasta que fue vendido por los condes de Foxá y, que por circunstancias judiciales, se ha convertido en un lugar abandonado.
La comitiva la encabezaban Manuel Montejo Martín, Germán Hernández Sánchez y Juan Carlos Rolo Hernández, encargados de la mayordomía de este año. Tras la imagen, el obispo de Ciudad Rodrigo y Salamanca, Monseñor José Luis Retama, el vicario general de la diócesis de Ciudad Rodrigo D. José María Rodríguez-Veleiro Rodríguez y varios sacerdotes.
Como autoridades civiles, se encontraban presentes el alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias y miembros de la corporación, acompañados a su vez por el capitán de la Guardia Civil, Pablo Javier Gatell Ruiz de Gordejuela en representación de autoridades militares y Narciso Caridad, como jefe de la Policía Local de Ciudad Rodrigo.
Todo esto, al son de la música de gaita y tamboril con el acompañamiento de un grupo de Charras que amenizarían la misa oficiada por el obispo.
Al llegar la comitiva a las puertas del antiguo monasterio, se hizo un responso por los cofrades difuntos volviendo de nuevo a la iglesia de Sanjuanejo, para celebrar la homilía.
Terminados los actos religiosos darían lugar a la entrega de varas a las nuevas mayordomas; Maribel Malmierca Benito y Mª Soledad Malmierca, que velarán por la imagen durante este 2025.
De seguida, se pusieron a la venta las gargantillas para librar los males de garganta y que no tendrán utilidad si no se queman el miércoles de ceniza.
Mientras todos estos actos, la empresa mirobrigense Paellas Gigantes David, se encargaba de preparar la comida que tendrían los cofrades en la Plaza, aprovechando el magnífico sol que apaciguaba las bajas temperaturas propies del mes de febrero.