En la frontera portuguesa por Salamanca hay un museo con amplia documentación sobre los refugiados de la Segunda Guerra Mundial
En un día dedicado en todo el mundo al recuerdo de las víctimas del Holocausto, cuando este 27 de enero de 2025 se cumple el 80 aniversario de la liberación del mayor campo de exterminio nazi, acontecida el 27 de enero de 1945, una acción de conocimiento y memoria puede ser realizada muy cerca de Salamanca, en la frontera con Portugal por Fuentes de Oñoro, visitando el museo Vilar Formoso Fronteira da Paz, dedicado a los refugiados de la Segunda Guerra Mundial y al cónsul portugués Aristides de Sousa Mendes, que contribuyó a la salvación de muchos de ellos.
Este espacio museístico, ubicado en los antiguos almacenes de la estación de ferrocarril de Vilar Formoso, sirve desde 2017 para recrear cómo fue el viaje de esos europeos que emprendieron una huida cada vez más al sur del continente, empujados hasta el único país oficialmente neutral que mantuvo abiertos sus puertos, en los que embarcar hacia una nueva vida en el continente americano. Muchos de ellos eran judíos, otros veían su vida o su libertad amenazadas por sus ideas políticas o por otras razones.
En la misma raya con la provincia española de Salamanca, encontraron algún alivio en la primera localidad portuguesa a la que llegaron, Vilar Formoso, donde empezaron a sentirse a salvo. El camino no había sido fácil y todavía se prolongaría por Portugal durante semanas, meses o, incluso, años, pues su destino último eran los Estados Unidos y otros países del continente americano, donde a muchos les esperaban familia, amigos, un trabajo, un volver a empezar. Pero para embarcar necesitaban papeles y estos se retrasaban. Algunos se asentaron en el país que les había acogido, pero siempre cerca de los principales puertos, siempre listos para zarpar.
Esa parte de la Historia reciente de Europa y del mundo es relatada por Vilar Formoso Fronteira da Paz de forma muy bien documentada y gráfica, deteniéndose en cómo vivió esta pequeña villa fronteriza y todo el país la llegada masiva de refugiados en junio de 1940, muchos de ellos con visado firmado por el cónsul de Portugal en Burdeos, Aristides de Sousa Mendes.
Este hombre es uno de los grandes protagonistas del espacio, junto con los propios refugiados y el contexto sociopolítico de Portugal y, por cercanía, de España, al inicio de la década de los cuarenta del siglo XX.
Recrea el viaje de los perseguidos por el régimen nazi, que encontraron en Portugal una puerta de salida hacia la libertad y en el pueblo de Vilar Formoso una frontera hacia la esperanza. La villa rayana se convirtió en el umbral de la nueva tierra prometida.
El museo fue inaugurado en agosto de 2017 por el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, y contó con la presencia de algunos de esos refugiados aún vivos -y de sus descendientes-, que pasaron en el verano de 1940, con corta edad, por esta frontera de Vilar Formoso, donde la población los recibió con loable hospitalidad, de la dejaron testimonio.
El pasado 19 de julio de 2024 se inauguró en su localidad natal de Cabanas de Viriato (Carregal do Sal, Portugal) el Museo Aristides de Sousa Mendes, en la que fue la casa del cónsul portugués cuyos visados se calcula que salvaron la vida a unas 38.000 personas durante la Segunda Guerra Mundial.
El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, cerca de la ciudad polaca de Cracovia, fue liberado por el ejército soviético el 27 de enero de 1945. Este lugar sobrecogedor fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. La fecha del 27 de enero fue elegida por la ONU como Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto con la finalidad de no olvidar las atrocidades que provocó.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el día de la inauguración del museo Vilar Formoso Fronteira da Paz afirmó que “la lección de este museo es la de no olvidar”.
Largo da Estação. Vilar Formoso (Portugal). Tel: + 351 271 149 459
Horario (hora portuguesa):
De martes a viernes de 09.00 a 12.30 y de 14.00-17.30
Sábados, domingos y festivos de 10.00 a 12.30 y de 14.00 a 17.30
Entrada gratuita.
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