Llegó a la capital charra hace unos meses desde Perú. Primero vivió en la calle y ahora aunque tiene una habitación, acude a la cola de Vialia esperando a los voluntarios de Emergencia Social de Cruz Roja
Manuel es de Perú y llegó a Salamanca el 8 de febrero de este año. Es una de las personas que está en la cola de Vialia esperando a los voluntarios de Emergencia Social de Cruz Roja, que recorren varios puntos de la ciudad entregando comida caliente y ropa de abrigo a los usuarios sin hogar.
En esa misma cola cuenta a SALAMANCArtv AL DÍA como llegó hasta la capital charra. "En mi país intentaron quitarme la vida por las extorsiones que hubo. Yo me dedicaba a conducir un mototaxi y taxi, y un día con tanta extorsión casi me matan, me rompieron el tabique de la nariz. Me dejaron tirado en una pista, quemaron mi moto taxi y la gente me rescató y me llevó al hospital", explica.
"Mi familia reunió el dinero necesario para comprar un billete y salí huyendo del país", recuerda. Llegó a Madrid solo, con una mochila y dejando en su país natal a su familia, pero en otro pueblo lejano a su hogar por seguridad. Una vez en Madrid "pregunté ¿qué hago?¿A dónde voy?" y le hablaron de que había autobuses, cogió uno y llegó a Salamanca.
"Ya aquí viví en la calle 6 o 7 días hasta que un señor de Cruz Roja me encontró y me ayudó", recuerda. Ahora vive en una habitación que le ofrecieron y el dinero no le da para más, porque no tiene trabajo.
Por eso, para alimentarse por las noches se acerca a Vialia a esperar a los voluntarios de Cruz Roja que llegan con comida. "Esto es un alivio para mí, es una ayuda para todos nosotros porque tenemos algo con lo que alimentarnos", agradece.
Sin embargo, no pierde la esperanza. "Estoy seguro de que algún día la situación cambiará", termina diciendo mientras vuelve a ocupar su sitio en la fila esperando su cena.