Dentro de la secuencia de actos, se condecoró a dos agentes en activo y se rindió homenaje a cuatro veteranos retirados
Como cada 12 de octubre, la familia del Cuartel de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo celebró a lo largo de la mañana del sábado la festividad de la patrona del Cuerpo, la Virgen del Pilar. Sin embargo, la celebración de este 2024 se ha parecido más bien poco o nada a las de años anteriores, que se desarrollaban en el barrio de San Cristóbal, con una parte inicial en el Cuartel que daba paso a una procesión de la Virgen del Pilar hasta la Iglesia de San Cristóbal, donde se oficiaba una eucaristía.
Con el objetivo de “darle vistosidad” a los actos, la Guardia Civil ha decidido para empezar trasladarlos al centro histórico, y a partir de ahí, hacerlos más extensos en todos los sentidos. Así, por ejemplo, la celebración de la mañana del sábado no se limitó a los miembros del Cuartel de Ciudad Rodrigo, sino que también abarcó a la mayor parte de Puestos de la Guardia Civil de la comarca, como Fuenteguinaldo, El Payo, Navasfrías y Sancti-Spíritus.
Al asistir agentes de esas localidades, también acudieron sus familias, así como responsables políticos de las mismas. Esta presencia política en los actos estuvo encabezada por el presidente de la Diputación, Javier Iglesias; la mayor parte de la Corporación Municipal de Ciudad Rodrigo con el alcalde Marcos Iglesias al frente; los también diputados provinciales Gerardo Marcos y Carlos Fernández Chanca; y los alcaldes de unas cuantas localidades de la comarca como El Payo, Saelices el Chico, Sancti-Spíritus o Casillas de Flores (habían sido invitadas las corporaciones al completo).
Como es habitual, los actos contaron con representación de la Policía Local de Ciudad Rodrigo (con su Jefe Narciso Caridad al frente), la Policía Nacional de Fuentes de Oñoro o la Guardia Nacional Republicana. Asimismo, asistieron el presidente de Cruz Roja, Ángel Agudo; el de Afecir, David Bernal; el del Centro de Iniciativas Turísticas, Eugenio Bernal; la presidenta de la AECC, Verónica María Sastre; o el presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios, Jesús Muñoz. De forma novedosa respecto a años anteriores, también hubo representantes de varias de las cofradías de la Semana Santa Mirobrigense.
La secuencia de actos comenzó a las 12.00 horas en punto, con la salida del Pórtico del Perdón de la Catedral (mientras un agente tocaba la gaita y el tamboril) de la imagen de la Virgen del Pilar perteneciente a la propia Seo, que procesionó portada por varias mujeres, escoltadas por guardias civiles. Tras la imagen desfilaron, junto a varios niños de gala, la mayor parte de los sacerdotes con los que contó la celebración, siendo presidida esta parte religiosa por el Vicario General de la Diócesis, José María Rodríguez-Veleiro.
Como estaba previsto, la procesión transcurrió por Cardenal Pacheco, Julián Sánchez, Plaza Mayor y Cardenal Pacheco para alcanzar de nuevo la Plaza de Herrasti, siendo animado este tránsito por la sección de Tambores de la Banda de Cornetas y Tambores Esperanza de Ciudad Rodrigo. De vuelta a la Plaza de Herrasti, fue turno para una misa de campaña presidida por José María Rodríguez-Veleiro, en la que como cierre se interpretó el Himno de la Virgen del Pilar.
Finalizada la parte religiosa, se dio literalmente la vuelta a la imagen de la Virgen del Pilar para que presidiese el acto castrense de celebración, que comenzó con la ‘entrada en escena’ del Capitán de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo, Pablo Javier Gatel Ruiz de Gordejuela, junto al alcalde Marcos Iglesias, que se situaron en un pequeño podio. Como primer punto del acto, se izó la bandera de España (en un mástil situado junto al Monumento a Herrasti), mientras la Banda Municipal de Música tocaba el Himno de España.
A continuación, Pablo Javier Gatel Ruiz de Gordejuela, junto al Teniente General Juan Luis Pérez Martín, procedieron a imponer dos condecoraciones: la Encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo al sargento 1º Ignacio Encinas Rubio, del Puesto de Fuenteguinaldo; y la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo al sargento Manuel Javier Sobrino Martín, del Puesto de El Payo.
Como novedad, el acto incluyó un reconocimiento (mediante la entrega de unos diplomas y unos obsequios) a personal ya retirado de la Guardia Civil, por su “especial contribución” al servicio del Cuerpo. En concreto, fueron distinguidos el capitán Rosendo Ramos Martín, el brigada Rogelio Mateos Gutiérrez (que no pudo estar presente, representándole su hija, Isabel Mateos), y los guardias civiles Jaime Herrero Herrero y Agustín Peña González.
El acto prosiguió con la declamación de un poema creado por él mismo por parte de Juan Sánchez Torres, antiguo guardia civil, quién se lo entregó enmarcado al Capitán, Pablo Javier Gatel, quién a continuación hizo una breve alocución, en la que mencionó en primer lugar a los veteranos, “que han hecho posible que la Guardia Civil llegue a los 180 años de historia”, y a los dos agentes fallecidos en los últimos años, José Antonio Salicio y Ricardo Sánchez, recalcando que “su sacrificio no será olvidado; nos han dejado el más alto ejemplo de lo que significa la Guardia Civil”.
El Capitán del Cuerpo también dio las gracias por el apoyo de sus familias, así como a todos los ciudadanos de la Demarcación de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo, en la que lleva viviendo apenas 5 meses (llegó en primavera procedente de las Islas Canarias). El Capitán cerró su intervención con vivas a España, al Rey, a la Guardia Civil y a la Virgen del Pilar.
La siguiente parte fue el homenaje a los difuntos y caídos en acto de servicio, que incluyó el depósito de una corona de laurel por parte de los niños uniformados, y el rezo de un responso por parte de José María Rodríguez-Veleiro (dentro del cual se rezó un Padrenuestro). Tras interpretar una pieza la Banda Municipal de Música, se lanzaron unas salvas. El acto en la Plaza de Herrasti concluyó con la interpretación del Himno de la Guardia Civil.
El cierre definitivo fue con un pequeño desfile de todos los vehículos y agentes por un lateral de la Plaza de Herrasti, entre los aplausos de todos los congregados, que a continuación pudieron disfrutar de un vino español en el otro lateral de la Plaza. Pese a que la mañana estuvo nublada, no hubo riesgo de lluvia y los actos se pudieron desarrollar como estaban previstos.