La calle Laguna contó con el DJ Mario Salcedo, y la Ronda de San Pelayo, con la Charanga Manliao
La vertiente comercial del Martes Chico dio paso desde la hora de comer en Ciudad Rodrigo a la vertiente puramente festiva de la jornada, que ya había ido calentando motores durante la mañana en las barras que tenían en la calle los establecimientos de hostelería del entorno de La Glorieta. Este tramo festivo de la tarde tuvo dos citas musicales, por iniciativa de sendos establecimientos, que movilizaron a una enorme cantidad de público, la gran mayoría de ellos jóvenes.
La primera cita fue en la calle Laguna, donde la Cafetería La Glorieta volvió a contar por 2º año consecutivo con un DJ, en esta ocasión con Mario Salcedo, que estuvo pinchando música algo más de dos horas a partir de las 17.00 horas. Como el año anterior, se creó una zona delimitada mediante vallas, de la que sólo se podía entrar y salir por un punto, controlándose que no se introdujesen bebidas del exterior (lo que hizo que muchos jóvenes se quedasen tomando sus propias bebidas fuera de esa zona vallada, en la propia calle Laguna o en la entrada al Parque de La Glorieta, opción alternativa de paso).
Una vez el DJ cesó su participación, la gran mayoría de los presentes se dirigió ‘en procesión’ hasta la Ronda de San Pelayo, donde por tercer año consecutivo el Bar Los Toriles había contratado a la Charanga Manliao, movilizando también a un espectacular volumen de público, en este caso ‘repartido’ en dos zonas: las inmediaciones del establecimiento, y la zona de escaleras de subida a la Rúa del Sol, donde daba la sombra cuando comenzó a tocar la Charanga.
Mientras esas actuaciones musicales estaban en marcha, se desarrollaron los pertinentes preparativos en la confluencia de las calles Laguna y Lorenza Iglesias para la actuación a partir de las 23.15 horas de la noche de la Orquesta SMS, para la cual empezaron las pruebas de sonido sobre las 21.20 horas. De este proceso de montaje fueron ‘testigos’, aunque un poco a la lejanía, todas las personas que estuvieron sentadas tranquilamente en la terraza del Bar Camarosa.