Al acto asistieron nietos y bisnietos de la homenajeada, así como varias personas a las que trajo al mundo como matrona
La calle Madrid de Ciudad Rodrigo cuenta desde la mañana del jueves (justo en la casa donde vivió, en el número 8 de la vía) con una placa en recuerdo de la figura de la mirobrigense Dionisia Repila Tetilla, una de las primeras matronas de España, que se calcula que ayudó a nacer a más de 20.000 personas, entre ellas a los padres del actual alcalde, Marcos Iglesias, según él mismo apuntó en el acto de descubrimiento de la placa, al que asistieron nietos y bisnietos de la homenajeada así como otros mirobrigenses a los que trajo al mundo.
A Dionisia Repila ya se la recordaba en Ciudad Rodrigo mediante una calle (la que conduce a las Casas de Martín Báez desde la Avenida de España nada más pasar la vía del tren) y la zona de juegos infantiles del Parque de La Glorieta, a la que se bautizó en marzo de 2015 como Parque Infantil Dionisia Repila. Ahora, por iniciativa de sus descendientes (aceptada por el Ayuntamiento), se ha querido hacerle un nuevo reconocimiento, para que “mirobrigenses y forasteros tomen conciencia de esta persona tan importante” en un lugar de notable visibilidad, en palabras del alcalde.
Según explicó en el acto de la mañana del jueves uno de sus nietos, Dioni Hernández (que tuvo un establecimiento de fotografía justo en ese edificio hasta hace pocos años), su abuela “no tuvo una vida fácil”, recordando que un hermano fue fusilado en Salamanca, otro estuvo a punto de correr la misma suerte, y que dos hijos varones que tuvo murieron jóvenes, uno de ellos en el frente.
En total, Dionisia Repila tuvo 5 hijos, tras lo cual, ya con 30 años, se puso a estudiar (para ello fue clave que marido era bastante liberal y se lo permitió), sacándose hace 102 años el título de matrona, siendo una de las “pioneras” en España. A partir de ahí trabajó en Ciudad Rodrigo y comarca durante cinco décadas del siglo XX (desde principios de los años 20 hasta finales de los años 60), siendo una mujer “con empoderamiento”, en palabras de Dioni Hernández.
Durante el acto se evocó que era una mujer reservada, que siempre iba de negro, que bautizaba a los niños que nacían con riesgo de muerte, o que no dormía una noche entera (y lo solía hacer recostándose en una camilla). Asimismo, se rememoró que “la obligaron a jubilarse”, muriendo por una cirrosis hepática provocada por una hepatitis vírica. Dioni Hernández explicó que sólo cuando murió su abuela en julio de 1969 fue consciente de su importancia, ya que la calle Madrid y la Plaza Mayor se llenaron de gente (“parecía el Campanazo”).
Otro nieto presente en el acto, el sacerdote Manolo Peláez, apuntó que es “un orgullo y una satisfacción haber sido traídos a la vida por ella, y qué manera de darle las gracias que recordándola”. Además de la leyenda que figura, la placa cuenta con un doble código QR para acceder a más información sobre Dionisia Repila, que también se puede encontrar en este artículo escrito en 2014 por su bisnieta María Elena Rodríguez Herrero, matrona –al menos en el momento de publicarse el texto- del Hospital General Universitario de Elche: http://www.enfermeria21.com/revistas/matronas/articulo/45/.