La jornada del viernes estuvo totalmente pasada por agua, tras lo cual han ido mejorando las condiciones
Con total puntualidad respecto al horario previsto, los devotos de la Virgen de la Peña de Francia que han ido en Romería durante los últimos cuatro días hasta el Santuario del Risco Mariano regresaron en el tramo final de la tarde del lunes a Ciudad Rodrigo, entre múltiples aplausos y vivas por parte de los mirobrigenses de todas las edades que salieron a las calles a darles la bienvenida en una tarde bastante calurosa.
Este panorama meteorológico contrastaba obviamente con el que hubo en el momento de su partida, en la fresca mañana del viernes, cuando el cielo ya se mostraba inestable, empezando a descargarles agua un par de horas después (sobre las 12.00 horas), no cesando hasta las 6 de la madrugada, según explica el primer teniente de Hermano Mayor, Eugenio Bernal, siendo de este modo una de las jornadas más duras que se recuerdan en la Romería, que justo ha alcanzado este año su 30º Aniversario.
Tras esa jornada totalmente ‘otoñal’ (ya que la temperatura tampoco era alta), el resto de días han sido más llevaderos, aumentando poco a poco el calor (aunque la subida al Santuario en la mañana del domingo fue fresca), todo ello con un buen ambiente general, destacando la creciente participación de jóvenes, que han configurado un notable grupo que “se ha portado bien”, en palabras de Eugenio Bernal.
Con 36ºC en el termómetro de la Avenida Conde de Foxá (situado a pleno sol), los romeros hicieron su reentrada en el casco urbano de Ciudad Rodrigo en torno a las 20.00 horas de la tarde del lunes, encabezados por un vehículo de la Policía Local, tras el cual marchaba otro de la organización y un jinete portando el estandarte de la Hermandad.
Justo a continuación iba la Virgen Morena en su carreta tirada por varios caballos, acompañada de unos cuantos romeros a pie, y a partir de ahí, las múltiples carretas que han participado en la Romería, numerosísimos caballos, y otros vehículos que han formado parte de la comitiva hasta el Santuario. En su entrada en las calles de Ciudad Rodrigo, en las que se unieron el alcalde Marcos Iglesias, Ramón Sastre y José Manuel Jerez, la comitiva se cerraba con un vehículo de la Guardia Civil.
Recorriendo la Avenida Conde de Foxá al completo para coger la calle Santa Clara y a continuación la calle Rastrillo, los romeros llegaron a las puertas del Convento de las Carmelitas, entre continuos aplausos y vivas (muchos más de lo habitual). Tras ser sacada la imagen de la Virgen de su carreta, se cantó la Salve, dando paso a la impartición de la bendición final por parte del capellán de las Carmelitas, Manolo Peláez.
Después de una nueva ronda de vivas, la Virgen ya fue introducida en el templo para poner punto y final a la Romería, con un canto por parte de las Hermanas Carmelitas, unas palabras de Eugenio Bernal, y el rezo cantado de un Avemaría, que fue dedicado a una de las cabezas visibles de la Hermandad, Verónica María Sastre, ya que será operada este martes.