Durante la mañana festiva se subastó un roscón, que se lo quedaron Custodio y Consuelo por 60€
> Fotos: Adrián Martín
Las fiestas en honor a San Isidro Labrador que está viviendo desde la tarde del viernes el agregado mirobrigense de Águeda alcanzaron en la mañana del domingo su momento más solemne, con los actos litúrgicos en honor al patrón, que fueron presididos por el párroco, Prudencio Manchado, quién estuvo acompañado por Víctor Manuel Sevillano.
La secuencia comenzó con una eucaristía solemne en el templo parroquial, que contó con la animación musical del tamborilero Diego de Monsagro, al igual que la posterior procesión de la imagen de San Isidro por las calles de Águeda, en la que también tomaron parte el alcalde pedáneo, Manuel Julián Martínez; el concejal pedáneo, José David García Florindo; y los ediles del Ayuntamiento mirobrigense Ramón Sastre, Paola Martín Muñoz, Rodrigo Toribio y Patricia Martín.
En el ecuador del desfile, la comitiva se desvió hacia una zona de campo para proceder a la tradicional bendición de campos por parte de Prudencio Manchado. De vuelta al templo parroquial, tuvo lugar el ofertorio a la imagen de San Isidro, y a continuación, la tradicional subasta de un roscón, que se lo quedaron Custodio y Consuelo por 60€. Asimismo, también se subastó una cala.
A la hora de comer del domingo los vecinos se reunieron para degustar una comida popular, estando previsto que las fiestas se cierren durante la tarde dominical con hinchables para niños y una exhibición de sevillanas de la mano de la Escuela de Baile María José.