Su valor paisajístico, geomorfológico, la riqueza en fauna y flora, la vía férrea, el pasado de las gentes del Valle y el Embalse de Tua
Pasa el tren de las 15:59 en dirección a Pocinho, donde muere la vía. Dentro de dos horas pasará en sentido Oporto. Mientras tanto, es momento de desvendar la esencia que guarda este pequeño conglomerado de casas que es Foz Tua, surgido en torno a la estación.
Estamos muy bajos, a pocos metros sobre el nivel del mar, rodeados de montañas con declives pronunciados. Se avista el mirador de Nª Sª de Lourdes. En el camino descendiente que nos ha traído hasta aquí, procedente de Carrazeda de Ansiães, hemos observado un cambio evidente en el paisaje. Habremos pasado de los 800 a los 100 metros de altitud en apenas 17 km.
Todo eran manzanos en Carrazeda, después olivos, ahora viñas y más viñas. Nos hemos detenido en la bajada, para pasar la vista por el bonito trazado que deja el río Tua al desembocar en el Duero, verdaderamente una imagen esplendorosa.
Cruzando el paso a nivel, no podemos dejar de visitar la estación de Foz Tua, ahora solitaria, solo un perro dormita en el suelo de la sala. El bar está cerrado. Qué imagen tan diferente al bullicio de las tardes veraniegas en que el Histórico do Douro visita la estación, donde el tren turístico termina viaje. Esos días especiales la animación es máxima, con el acordeón sin parar de sonar, con algunos pasajeros que, contagiados por el panorámico paseo a la vera del río y por el vino de Oporto empapado con dulces típicos, se arrancan a bailar en el andén.
Hoy es un día cualquiera. Solo pasa el tren de la línea regular, la Linha do Douro, que recorre los 171 km entre Oporto y Pocinho.
Hoy es tiempo de detenernos a conocer el Vale do Tua y, como parte de su historia, la Linha do Tua, la vía férrea que marcó este paisaje, lo revalorizó, trayendo a la vez el progreso para el remoto nordeste portugués.
Para comprender todo esto, vamos a visitar el Centro Interpretativo do Vale do Tua (CIVT), en la población de Foz Tua, un paraje que podría resumirse como el punto donde convergen tres colosos autóctonos: el Vale do Douro, el Tren del Duero y el Vale do Tua.
El CIVT fue construido para dar a conocer el valor paisajístico, geomorfológico, la riqueza en fauna y flora, la vía férrea, el pasado de las gentes de este valle y el embalse do Tua, cuya polémica construcción aún genera controversia entre los habitantes del valle, los expertos medioambientales y entre los ferroviarios.
Fruto de las compensaciones por esa construcción existe este centro de interpretación, cuya inversión fue de 2 millones de euros, en funcionamiento desde 2017. La empresa eléctrica portuguesa que construyó y explotó el pantano financió varias obras en la región, antes de vender la concesión a un grupo financiero francés.
El Parque Natural Regional del Vale do Tua abarca gran parte del curso total del río, hasta su desembocadura en el Duero por la margen derecha. Con unas 25.000 hectáreas, comprende cinco municipios del norte de Portugal: Alijó, Murça, Vila Flor, Carrazeda de Ansiães y Mirandela; un espacio que transita entre dos regiones: Douro y Tras os Montes (Terra Quente Trasmontana).
Con solo 40 km de recorrido, el Tua brota al norte de la ciudad de Mirandela, fruto de la unión de otros dos ríos de procedencia española, el Tuela, nacido en la frontera zamorana, y el Rabaçal, en la frontera de Ourense. Durante su curso, recoge asimismo las aguas del río Tinhela.
Adentrarse en el Vale do Tua es recorrer tierras con desniveles acentuados. El río corre por desfiladeros, a veces muy estrechos, hasta encontrarse con el Duero. Parte del Parque se integra en el Alto Douro Patrimonio Mundial de la Unesco y posee su misma cultura vinatera.
La variedad de altitudes y accidentes geográficos se traduce en una notable diversidad paisajística, con zonas mesetarias y sierras de cirros rocosos, estando otras situadas a baja altitud, encajadas en barrancos angostos y profundos labrados por el curso del río.
Al entrar en el edificio del Centro Interpretativo do Vale do Tua lo primero que encontramos es una explicación de la geomorfología de la región, basada en la heterogeneidad de estructuras litológicas. Hay muestras de cuarzos, esquistos o granitos.
Causa y consecuencia de esta diversidad es la variedad climática del parque, reflejada en la vegetación. En las zonas más cálidas encontramos alcornoques, encinas o enebros, siendo el roble predominante en las serranías.
Los cultivos frutales abundan. El CIVT invita a una inmersión sensorial en el valle a través del olfato, proponiéndonos experimentar un abanico de aromas: aceituna, romero, flor de naranjo…
Casi sin transición, el esquisto cede el protagonismo al granito; al elevarse en altura, la vid, el olivo y el almendro dan paso a los castañares. De terrazas verticales, el paisaje pasa a la quietud de los pomares de manzanos. Un cambio radical, casi de un momento a otro.
En cuanto a la fauna, hay peces, aves, anfibios, mamíferos…, hasta un total de 943 especies animales.
También se da atención a los grabados zoomórficos del Paleolítico Superior aquí hallados.
Así, la primera parte del área museológica pretende que el visitante consiga una visión del valor ambiental, agrícola y cinegético del valle. “Sentir el valle”, se denomina este primer espacio.
Continuamos la visita para adentramos en el universo “A Linha do Tua”, cuya misión es recordar y comprender la realidad de la comarca, -antes, durante y después del tren-, así como el sentimiento de pérdida de los habitantes.
La Línea del Duero había conectado por ferrocarril el interior duriense con Oporto en la década de los ochenta del sigo XIX, y su existencia favoreció el posterior desarrollo de la Línea del Tua, como un ramal que permitiese transportar bienes y personas desde Tras os Montes al litoral por el ferrocarril del Duero.
La ‘Linha do Tua’ tenía 134 km en total e iba de Foz Tua a Bragança. Su fin último era la conexión con la vía férrea española por Sanabria. La Línea del Tua funcionó durante más de 100 años, hasta 2008, cuando un cierre temporal se convirtió en definitivo.
En una primera fase, ejecutada en sólo tres años, de 1884 a 1887, se construyeron los 54 km entre Tua y Mirandela. Si esta primera fase fue costosa por las dificultades orográficas, la segunda costó por las dificultades financieras. Aun así, el empeño de políticos y empresarios brigantinos llevó el tren a Bragança en 1906.
Este camino de hierro, de vía estrecha para adaptarse mejor a las complicadas características del terreno, comenzaba en la estación de Tua, siguiendo por la margen izquierda del río, atravesando fragas, con curvas y desniveles pronunciados. Fue un portento de la ingeniería civil, uno más del ferrocarril de la época, ejecutado por una empresa española, que construyó en tres años los primeros 54 km, los más dificultosos, entre Tua y Mirandela.
El primer viaje por el ‘Camino de Hierro de Mirandela’ se realizó el 27 de septiembre de 1887 y, dos días más tarde, la línea fue inaugurada con todo el ceremonial por el rey Luís I.
El tramo entre Mirandela y Bragança fue el primero en cerrarse, en 1992, entre grandes protestas por parte de la población, que se manifestó reiteradamente a favor de la conservación del tren. La apuesta política en ese momento fue la carretera, estaba en marcha la construcción de la A4, y no se optó por mantener ambas modalidades.
El mantenimiento insuficiente de la vía, el material circulante obsoleto, la supresión de horarios, la supresión del transporte de mercancías… Todo fue incidiendo en la menor eficiencia de la Linha do Tua. El viaje entre Bragança y Tua se realizaba en dos horas en los años cuarenta, a finales de los ochenta se tardaban cinco horas. Aun así, el tren seguía siendo útil para los pueblos que atravesaba, enclavados sin remedio de otro modo, pues en Tras os Montes a finales del siglo pasado las carreteras continuaban siendo penosas.
Cuatro accidentes en menos de dos años, alguno de ellos con víctimas mortales y heridos, llevó al cierre de la línea en 2008. Inicialmente de manera temporal, hasta ser realizadas las reparaciones pertinentes. Finalmente, de forma definitiva.
Esta vía nunca podrá reabrirse, a pesar del nuevo paradigma en movilidad y transportes, donde el tren se postula como solución para superar desafíos climáticos y de eficiencia energética. Los 20 kilómetros iniciales de su trazado, aquellos de mayor valor, -con puentes, viaductos y túneles-, están bajo el agua.
El Centro Interpretativo do Vale do Tua, junto con el Museo Ferroviario de Bragança, son probablemente los dos espacios museísticos donde mejor se explica lo que supuso para la región de Tras os Montes el Tren del Tua.
En 2011 comenzó la construcción del Embalse del Tua. A la polémica por la inundación de los 20 km iniciales de la vía férrea, que la dejaba rota, desconectada de la red ferroviaria nacional e inutilizable, se unió el impacto medioambiental y visual de una gran presa que cambiaría el paisaje identitario de este valle, lo que hizo temer por la pérdida del estatus de patrimonio mundial concedido por la Unesco al Alto Douro Vinhateiro, ya que parte del Vale do Tua que se inserta en él.
El debate social fue intenso, aún hoy no extinguido, pero la presa acabó por construirse y se concluyó en 2017.
Equilibrar valor ambiental y finalidad práctica puso a trabajar la tecnología al servicio de la imaginación del prestigioso arquitecto portugués Eduardo Souto Moura, el elegido por Energías de Portugal (EDP), la empresa promotora, para salir airosa del reto.
En el CIVT está expuesta la maqueta de la central, proyectada por el estudio de arquitectura de Souto Moura. En primer plano se aprecia el puente ideado por el ingeniero Edgar Cardoso y, tras él, la central, una imagen reducida a un conjunto de máquinas integradas en el entorno, “artificialmente natural”, como explica el arquitecto, ganador del Premio Pritzker.
Para que el efecto final fuese lo más “natural” posible no fueron utilizados muros de hormigón, siendo la roca cortada y fijada con tornillos. En la pendiente se realizaron hendiduras de 2x2 m con un metro de profundidad, donde fueron plantados olivos.
La albufera ocupa 420 hectáreas, con 27 km de ancho y 108 metros de alto. Tiene más de 100 millones de metros cúbicos de volumen, una caída estática de 96 metros, 310 m3/s de caudal máximo turbinado, 282 GWh de producción líquida anual y 667 GWh de productibilidad media anual.
Con todo, esta presa fue vendida como parte de un lote de explotaciones hidroeléctricas portuguesas a un grupo francés en 2019, entre las que se encontraban Picote y Bemposta, embalses junto a la frontera zamorano-salmantina. Este hecho reavivó la controversia por parte de los que siempre se opusieron a su construcción, alegando que en la región no quedó de ella ningún provecho económico y destruyó un hábitat natural y un patrimonio ferroviario en uso.
En 2018 fue presentado un plan de movilidad para el Vale do Tua, que combina el transporte fluvial y el ferroviario en la parte que resta de la línea hasta Mirandela, con orientación principalmente turística. Los habitantes del valle tienen esperanzas de que traiga un nuevo desarrollo socioeconómico, pero de momento, nada se ha puesto en marcha.
En uno de los paneles del CIVT pueden leerse estos versos de Miguel Torga, tan apegado a esta región, su "Reino Maravilloso":
Temos todos um rio na lembrança,
E alguns é um rio inteiro a sua vida.
Um rio que não seca e não descansa,
E é uma força perdida
Entre montanhas de desconfiança.
En el edificio situado al otro lado de la vía del tren hay una oficina interactiva de turismo, con tienda de productos regionales.
Estación Ferroviaria de Foz Tua, Carrazeda de Ansiães (Portugal).
Horario: de miércoles a domingo de 12 a 18 horas (hora portuguesa).
Precio: 2 euros (pasajeros del Tren del Duero, 50% de descuento).
Visita con explicación.
civt@cmca.pt / Telf: +351 278 098 884