Numerosos grupos de jóvenes estuvieron de fiesta en la parte trasera del agregado
Aunque al caer en sábado el ritmo de la jornada de San Blas fue un poco diferente a cuando cae entre semana (cuando es más clara la peregrinación a partir de la hora de comer), Sanjuanejo recibió durante la tarde del sábado a cientos y cientos de personas procedentes de Ciudad Rodrigo, que fueron hasta el agregado para comprar su gargantilla (al precio de 0,50 céntimos cada una), y para bastantes cosas más.
En este sentido, la celebración de San Blas, en una jornada de perfecta meteorología (con sol y buena temperatura), propició que Sanjuanejo tuviese un espectacular ambiente festivo durante toda la tarde, estando involucradas personas de todas las edades, que habían ido llegando en coches particulares, en los microbuses que fueron yendo y viniendo desde la Glorieta del Árbol Gordo, y también andando, en una constante riada de grupos de amigos y familias por la orilla izquierda de la carretera de Sanjuanejo.
Entre los grupos de amigos, los jóvenes (ataviados muchos de ellos con sus cazadoras carnavaleras) se fueron dirigiendo hacia la parte trasera de Sanjuanejo, para pasar una agradable tarde bebiendo en buena compañía aquello que habían traído de Ciudad Rodrigo. Los adultos también saciaron el gaznate, aunque en este caso aprovechando la carpa con una barra en su interior que había montada en la plaza del agregado.
En las inmediaciones, los más pequeños tuvieron su espacio, con un par de hinchables en los que dieron rienda suelta a sus ganas de fiesta, para calentar como el resto para el inminente Carnaval. Durante toda la jornada se pudo ver por el agregado a agentes de la Policía Local y la Guardia Civil, así como por el trayecto (por ejemplo a media tarde había varias dotaciones en un camino que sale de la carretera de Sanjuanejo, teniendo preparadas los agentes varias bolsas con boquillas de alcoholímetro para ir haciendo pruebas).